Capitulo 11

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Agustín

"Y entonces lo entendí:

Mirarte era soplar velas teniendo el deseo, enfrente"

03:28 Am, siento el timbre sonar repetidas veces, a estas horas, no esperaba a nadie; me levante y me acerque al portero

-Hola- Dije dudando

-Agus, te trajimos a Ángela- Y enseguida reconocí que era la voz de Tomás.

-Ya bajo- Dije confundido

Era raro, porque habíamos acordado que pasaba a buscarla, para darle más tiempo a sus sueños, luego de que llegara de salir.

-¿Qué hacen aquí?- Pregunte

-Esta piba no paraba de pedirnos que la trajéramos acá- Dijo Juan

-Paren que puedo hablar tranquilamente yo- Dijo Ángela

-Tenes tres tragos de más, ¿qué tanto queres decir?- Reímos

-Está bien chicos, yo me encargo- Dije

-No, si de eso ya sabemos que es verdad- Dijo Juan

-¿Qué decís, boludo?- Hablo Ángela acercándose a mí- Tengo frio- Me abrazo

-Nos vamos, buen viaje, cuando lleguen me avisas, Ange- Dijo nuevamente Juan

-¿Quieren que los lleve? No tengo drama- Les propuse

-No, está bien, gracias. Solo cuídala- Hablo por segunda vez Tomas.

Y no entendí con qué onda fue ese "Solo cuídala"; abrazados, subimos al ascensor y entramos a mi departamento.

-Gracias por recibirme, no estoy borracha y lo sabes- Me dijo ella defendiéndose de la acusación de su amigo

-Lo sé, pero no entiendo nada.

-Pasa que no quería volverme a casa sola, y como vos ya tenes mis valijas en tu camioneta, pensé que lo mejor era venir a tu casa.

-Hiciste muy bien.

Y a penas entramos a la pieza, ella apoyo su cabeza en la almohada y se durmió, con ropa puesta, que me dedique a sacar y acomodarla bien en la cama.

Me volví a despertar pasadas las 5:30 Am, preparar el equipo de mate para llevar al viaje y el desayuno para desayunar luego de despertar a Ángela. Fui hasta la pieza, sin encender la luz, me volví a acostar a su lado y comencé a darle besos en el hombro a penas descubierto.

-Ange, arriba- Le dije suave

-Un ratito más- Dijo muy dormida con la cara entre medio de las almohadas

-Van a ser las seis- Le respondí apoyando mi cabeza en la suya

-¿No tenemos un ratito para nosotros?- Me abrazo por la cintura conectando nuestras miradas

-Diez minutos- Le respondí

Me saque el pantalón mientras ella se quitaba la remera que le puse hace horas atrás, se colocó arriba mío y se inclinó para besarme, aproveche esa posición para quitarle el corpiño, acaricie su espalda mientras los besos comenzaban a subir la intensidad.

-Tengo hambre-Me dijo con su cabeza apoyada en mi pecho

-El desayuno ya está preparado- Le acaricie el pelo

-¿A qué hora te levantaste?- Me pregunto levantándose

-Hace media hora- Le respondí cuando toqué su espalda desnuda

Porque Fuiste Tu;  Angestin (terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora