Agustín
Miércoles 3 de octubre
Con Ángela, hoy nos toca viajar a Rosario por prensa para nuestra presentación; va a hacer raro, tal vez por eso, tarde un poco en lo pactado, en llegar aeroparque.
-Siempre tarde, Casanova- Me acuso de primera mañana- a todos lados él, va a llegar tarde- Y detrás de eso, tenemos nuestra primera indirecta.
-Es preferible llegar un poco tarde y no morir en el intento. - Porque si pegas, yo también, Ángela, pensé.
-Qué cara, ¿te entretuvieron anoche? - Quiere jugar
-Un poco- Respondí, y en su cara vi el mismisimo arrepentimiento- Por tu cara, pienso lo mismo.
-Nada que ver.
Me respondió, y supe que no se la estaba bancando, yo tampoco, porque moría de ganas por abrazarla y besarla; su carita de dormida me causa mucha ternura, necesito tenerla lejos, estar rodeados de gente continuamente, porque siento que en cualquier momento lo hago, y este día, recién empieza.
Para mi buena/ mala suerte, nos tocó sentarnos juntos en el avión; obvio que le di el lugar de la ventana, se lo mucho que disfruta eso, aunque lo único que se vea, sean solo nubes, pero ella no, con tal de pelear, te lo juega a morir.
-Que este viaje no se torne pesado ni mucho menos incomodo- Me pidió.
-Eso depende de los dos.
-Vos fuiste el que me dejo de hablar. - Me acuso con verdad.
-Voy a pedir que me cambien de lugar, me estas reprochando mucho. - Pero ella solo me miro seria- No puedo- Le dije
-Es que yo no te estoy pidiendo nada más que sigamos hablándonos, que no nos cortemos así.
-Pasa que con vos no puedo solo hablar, por ejemplo, ahora, te tengo así, y siento estar peleando con mi cabeza para no pensarte haciendo otras cosas.
Ah no, si sos un idiota, Agustín, pensé. Tirarme del avión duele menos.
-Me estás dando poder con eso. - Me dijo
Y no pudimos seguir hablando, la voz del piloto nos sacó de nuestra, más incómoda charla, para avisarnos que la hora de despegue comenzaba y entre otras cosas.
-¿Me das la mano?- Me pregunto, y se la di- No me sueltes... por favor- Y me miro directo a los ojos, derrumbando un muro que me costó hacer con ella.
No solo la tomé de la mano, sino que la abrace, no sé porque lo hice, pero no me arrepiento, me necesita, y acá estoy para ella.
A los minutos, sentí su respiración tranquila, se había dormido, no existe mayor paz, que esa, ella en mi pecho, con su mano aferrándose en mi cintura.
Cuando bajamos del avión, una combi nos esperaba para llevarnos a los diferentes programas para dar las entrevistas; en un momento, la veo que agarra el celular y empieza a filmar.
Uno de los primeros lugares que fuimos, fue la radio, en donde nos sentaron a los dos juntos, y entre tiempo, aproveche para hacerle caras, me miro con una expresión de "Que boludo sos".
No iba a dejar que los nervios por estar solos me ganen, lo iba a usar a mi favor y no me importa nada.
-Una vez hicimos unas pizas en su casa a la parrilla, amasó- Hablo ella, era mi momento de declararle la pelea.
-¿Lo vieron o lo conto?- Nos preguntó el periodista
-No no, estuvimos ahí, participamos- Y ya le tiré una por debajo para que se enojara
A veces me da mucho miedo conocerla tanto.
-La idea era hacer pizas redondas- Aclare- y Ángela cuando llego- y la escuche quejarse- Era una especie de África.
-Que mentiroso que sos, yo te estoy dejando re bien parado, que malo que sos- Dijo defendiéndose, intente acariciarla, pero ella se alejó.
Fue una de las entrevistas más divertidas que hicimos. Lo disfrute, porque por un momento, ambos nos olvidamos lo que era nuestra realidad.
-Yo disfruto cantar con vos, Agus- Me dijo tierna
-Yo también. - Le respondí mirándola a los ojos.
Ángela
Toda la tarde me molesto, toda la tarde intento hacerme enojar, pero él no sabe una cosa, jamás me podría enojar con él, jamás, incluso cuando no quiso darme agua, rata a morir, y eso también me enamora de él.
De todas esas horas que pasamos juntos, solo nos separamos para ir al baño, porque no nos dejábamos ni a sol ni a sombra; antes de tomar el avión de vuelta, le pedí que me prestara su Tablet, no lo convenció tanto la idea, pero por cansancio, le termine ganando.
-Ósea que no pensas darme bola- Me dijo, cuando nos acomodamos.
-No, Agustín, no sos el culo del mundo, nene.- Le dije riendo
-Ta, así quedamos- Dijo tranquilo- Después no vengas a pedirme nada cuando todo se apague y la gente esté en la suya.
Y me hizo odiarlo, porque espero el momento indicado para hacerme sufrir.
-Si tengo ganas de besarte, perde la duda que no te voy a pedir permiso, lo hago y listo. - Le dije
Y él se rió, dentro, muy dentro de él, sabe que no miento, que soy capaz de eso y mucho más.
Cuando bajamos, él se ofreció en llevarme a mi casa, en el camino íbamos cantando, creo que por un momento, ambos lo agradecíamos, era lo mejor, tal vez no era momento para hablar.
-¿Bajas?- Le pregunte.
-Solo con una condición...
-O bajas o te vas, vueltas ya no, estamos grande- Le dije interrumpiéndolo.
Decidió hacerlo sin muchas palabras. Ambos creo que le tenemos miedo al que pasara cuando subamos y nos encontremos solos en mi departamento, tenemos muy en claro, que no nos contenemos, aunque queramos, no podemos hacerlo, siempre terminamos cayendo y siempre va a pasar, y si no, voy a obligar a la situación a que pase.
-Qué lindo quilombo manejas en tu casa- Me dijo, cuando cerró la puerta
-No te invite para que me reclames el lió de mi hogar- Y nos miramos, ambos sabemos que queremos
-¿Y a que me invitaste?- Me dijo tomándome de la cintura
"Dijiste perdón, no te puedo dar lo que vos queres, pero sabes algo, lo único que yo quiero, lo tengo acá, y ni yéndote, me lo podés sacar"
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Porque Fuiste Tu; Angestin (terminada)
Fiksi PenggemarDicen que para todos existe la "segunda oportunidad", en el amor y en este caso, ¿Se dará? Después del bailando, no volvieron a verse más; hasta ahora, que ambos fueron contratados para una ficción: "Simona" ¿Sera esta la oportunidad para que el a...