2: Los celos te juegan en contra.

1.7K 184 3
                                    

Capítulo dos: Los celos te juegan en contra.

Derek Hale.

Ya la manada se había marchado con órdenes asignadas, la mayoría habiendo acompañado al grupo de McCall a visitar al antiguo emisario, en cambio, Peter y yo, quedamos con revisar el Bestiario de los Argent y algunos documentos de mi abuelo, los cuales habíamos recuperado hace un tiempo atrás de una biblioteca.

"La presencia de Peter podía llegar a ser tediosa".

—¿Y? — Pregunta luego de un rato en profundo silencio.

—Y ¿qué? — Cuestioné. La relación familiar que se llevaba no era del todo: Óptima. Y muy rara vez solíamos compartir esas largas charlas cotidianas donde tratamos aspectos de la vida personal de cualquiera de los dos, ni hablar de los temas amorosos o los simples rollos de una noche: "Lo cual me sentiría raro al saber cada vez que se consigue un ligue para una noche". No, ambos llegamos a ser muy reservados; pero existe ese dilema del cual tarde o temprano tendríamos que hablar o, meramente, mencionarlo a lo que respecta por ser un hombre lobo de cuna: "Una donde la madre luna hace sus jugarretas de cuando en cuando, pero que esta vez se pasó la raya".

Los soulmates son aquellas almas únicas y predestinadas a estar juntos por el resto de sus vidas, el lobo por naturaleza escoge, un compañero o compañera, para que lo acompañe hasta el fin de sus días junto a su manada. Muchas leyendas hablan sobre lo especial que es el vínculo, siendo muy poco probable de romper o de compartirlo, pero de igual forma no excluye la posibilidad de que un alma tenga varios "postulantes" o "pretendientes".

"En cortas palabras, mi tío psicótico y yo, compartimos a nuestra alma gemela: Stiles". Para cuando lo habíamos descubierto. "Luego de charlarlo pacíficamente". Llegamos al acuerdo de no armar ninguna discordia, ya que seriamos los únicos que sabríamos las verdaderas intenciones y que, además, la manada exigiría respuestas sobre un conflicto que solo nosotros entenderíamos el por qué (de celos y posesión). He aquí actualmente, sostenemos una distancia con el muchacho; donde más de una noche, ambos quedábamos fuera de su ventana, cuidándolo. Lo cual tiene todo el sentido de la razón.

—¿Acaso no te emociona la idea de pasar tiempo con 'nuestro' chico? Porque a mí sí, y ya me van surgiendo varias ideas. — Pregunta burlón. —Y lo más divertido, es que todos piensan que me quiero redimir por mis errores del pasado, cuando la verdad es totalmente diferente. — Sin dejarlo reaccionar lo postré contra la pared, furioso.

—Ni se te ocurra hacer algo que no debas, Peter. — Lo amenazo con mis dientes afuera y mis ojos brillando en el rojo que me caracteriza.

—Cálmate sobrino mío, no soy capaz de tocar ni un solo pelo del muchacho sin su permiso. — Contesta socarrón, para luego relamerse sus labios al pensar en Stiles. —Es más, me gustaría que él me lo pidiese y me lo suplicase. — No me contuve más, aferré aún más mi agarre mientras pensaba si embestirlo por el balcón del Loft o matarlo antes que todos vuelvan.

Para cuando ya casi me había decidido, ambos oímos la llegada del resto del grupo, con ellos Stiles quién se quejaba del dolor de espalda que podía ser Deaton, pero de todos modos no lo solté.

Espere y la puerta se abrió.

—Cuidado con el aterrizaje. — Le digo en murmullo y sin que me responda lo mando a volar hacia fuera del Loft, no sin antes rasgarle su abdomen por completo.

—¡Oh Dios mío! ¡Derek! — Veo como grita Stiles desde un costado de la puerta, que con suerte no se había llevado a Peter por delante cuando lo lance.

—¡Me voy por unos minutos y ya se están tratando de matar entre ustedes! — Por detrás Scott e Isaac ayudan a Peter a ponerse de pie, pero no resulta. Como desde un principio, mis celos vuelven a surgir al ver como Stiles les dice a ambos que lo coloquen en uno de los sofás que había en el lugar. Mantengo mi distancia mientras tomo un libro y simulo seguir leyendo; escucho cada uno de sus movimientos y el cómo se le acerca lo suficiente para susurrarle suavemente: — ¿Qué has hecho esta vez para que él te lance como un trapo sucio? — Preguntó burlón mientras que observa las heridas causadas en Peter, atento a lo que ahora sería una conversación entre ambos.

Dos Terrones De Azúcar No Es Bueno Para Un Chico HiperactivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora