—¡Suéltalo! —rugió Naruto al hombre, este se sobresaltó pero no soltó a Boruto, en vez de eso, lo puso sobre su hombro y sacó un par de shurikens de su bolsillo.
—Muy tarde, Niño, este mocoso ira conmigo.
Kenji le arrojó los shurikens a Naruto, los cuales esquivó con bastante facilidad, se movió hacia él e invocó a sus clones, juntos rodeaban al hombre enmascarado mientras este apretaba los dientes.
El rubio atacó a golpes, creyendo que era lo suficientemente bueno como para derrotar al intruso, pero, incluso con Bolt sobre él, Kenji hizo una posición de manos y exclamó:
—Arte ninja de viento: jutsu cola de dragón. —una ráfaga de viento azoto a los clones, desvaneciéndolos; Kenji arrojó su cuerpo contra la ventana y la rompió, saltando al exterior con Boruto en brazos, el pequeño rubio chilló de dolor y susto, uno de los pedazos de vidrio lo había clavado.
—¡Mami! —lloró.
Naruto y Hinata saltaron de la ventana, a la Hyuga le había dolido mucho aquel grito del pequeño, apretó los puños y frunció el ceño, cuando su byakugan apareció, corrió hacia Kenji, quien hacia lo mismo y Naruto gritó.
—¡Hinata!
En la mente de la chica solo existía un objetivo: salvar a Boruto. Así que cuando alcanzó al hombre, saltó frente a él, deseaba golpearlo hasta hacerlo pedazos, pero lastimaría al niño. Naruto le hizo señas y ella asintió, entendiendo lo que significaba.
—¿Por qué te lo quieres llevar? —preguntó ella, apretando los puños, veía a Kenji atento, sabiendo lo que intentaba. —Ese niño es mi hijo...
Sono más real y doloroso de lo que esperaba, pero sí, en teoría ese era su hijo. Kenji rió.
—Estúpida niña Hyūga, —escupió él, —¿crees que no se lo que planeas? Este Niño no es tuyo, por lo menos no aún... y no lograrás distraerme.
Kenji corrió hacia ella, hizo una posición de manos y un tornado apareció, sumergiendo a Hinata en él y provocándole cortadas, la chica no había podido atacar, ya que percibió como el flujo de chakra de Boruto tapaba los puntos vitales del maldito secuestrador... él lo utilizaba para protegerse.
—Ya basta.
Naruto, frunciendo el ceño, activo el modo sabio: dos manos gigantes aparecieron y trataron de tomar a Kenji, pero este tomó un kunai y lo puso en la garganta del pequeño.
—Un movimiento más, Uzumaki Naruto, y este niño no vivirá para ver a sus padres de nuevo.
Boruto empezó a llorar, pero el rubio sonrió.
Naruto atacó, y Kenji lo evadió fácilmente, pero ese no era el objetivo del Uzumaki. Las manos gigantes tomaron al tornado y lo deshicieron con chakra, Hinata cayó tosiendo y sujetando su garganta, pero pronto se recompuso. Seguidamente, Naruto hizo desaparecer las manos, observó al intruso y un rasengan hizo su aparición.
—Yo no creo en amenazas.
Kenji gruñó y apretó el kunai tembloroso en la garganta de Bolt, un hijo de sangre surgió de ella y Naruto atacó gritando, Kenji levantó el brazo para clavar a Boruto, pero un golpe en la espalda lo hizo caer. Hinata.
Rápidamente, la chica tomó al niño ensangrentado de los brazos de Kenji.
—¡Rasengan! —gritó el rubio, atacó y el intruso contuvo el aliento, recibiendo el poderoso golpe del Uzumaki.
Debido al impacto, fue mandado lejos, pero no murió, ya que había pensado en una armadura. Kenji tosió sangre y observó a Naruto y Hinata frente a él, gruñendo, la vista se le ponía borrosa de a ratos. Con velocidad, hizo una posición de manos y dejó caer sangre.
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Futuros... ¿Padres?
Fiksi PenggemarCuando una nueva guerra amenaza al mundo Ninja, el Hokage, Naruto Uzumaki, decide que esta vez no perderá a lo que más ama: Su familia. Por eso él y sus compañeros de toda la vida deciden revisar los jutsus prohibidos de la aldea y se encuentran con...