Vampire Natch

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La noche cayó lentamente dejando un cielo morado y brillante, la enorme luna llena era lo único que podía iluminar tal oscuridad perfectamente.

Mientras todos dormían, un ser intentaba apropiarse de su único deseo, consumirse hasta la euforia y amanecer dormido entre lo más perdido del bosque más lejano, sin ruidos. Y sin culpables...

Deseaba vivir de la "vida" aún así estando muerto.

Deseaba sentir esa vitalidad luego de siglos de tormento.

Perdía la cordura con cada sorbo, siendo lo mejor que habían tocado sus labios...

Un cuerpo tierno, la sangre pura de un cuerpo virginal y majestuoso, que sin dejar rastros se iría el vampiro presuroso...

¿Cómo logró volver sin dejar rastros?

Era la noche maldita, era la noche en que los muertos viajaban de prisa...

La noche en la que él volvió a sentirse vivo...

Poesía DisociativaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora