Nadie tiene idea... De qué manera se ve el mundo, es diferente, hay cosas que resultan un peligro inminente aunque simplemente me encuentre caminando.
Le tomó confianza a las personas rápidamente y de un pronto a otro les dejo para siempre, sin una razón.
Nadie tiene idea... De lo extraño que es no recordar los rostros después de 10 minutos de despedida hasta volver a ver la foto o a la persona, pero siempre recordarle el nombre.
Y nadie tiene idea... De lo que me entristece saber que las cosas que hago la mayoría no las recuerdo. Que sonría en medio de una desgracia y me ponga paranoica con la menor felicidad.
Nadie entenderá bien porque los miércoles faltaba a clases, porque los veía así, porque era tan amable y otras veces tan odiosa, porque me reía cuando estaba desesperada y porque fingía prestar atención cuando mi interior gritaba. Nadie nunca va a entender esos hechos. Nunca.
