Mi vida, ya todo cambió y no has regresado. Hay cosas nuevas que contar pero ya no quiero decirlas. Y ahora hasta podemos comunicarnos en diferentes idiomas pero no lo estamos necesitando, porque ni tu ni yo podemos hablar tanto. Mí cariño, ya el tiempo pasó y todo sigue igual pero sólo cambiamos nosotros. Ya no hay comentarios y tampoco hay personas...
Ya no hay buen tiempo ya que todo llegó a un punto de ser negro.
Ya no hay paz porque siempre llueve, pero no hay desesperanza porque aún la necesitamos.
Y de todo lo que pude haber hecho siento que no ha sucedido nada. Pero no hemos dejado de hacerlo.
Escribo cartas, te escribiré siempre hasta que vuelvas. Cartas de una hija a un padre que está lejos, eres la única persona que vale la pena escribirle, aunque no puedas leerme todavía. Te adoro, gracias por enseñarme aún a la lejanía. Y más aún gracias por enseñarme a ser fuerte.
