Una reunion de trabajo

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Él demonio fue asta su habitación, allí estuvo un rato buscando algo, se detuvo en un cajón de su armario, en ese armario estaba la toga del angel, la había lavado y ahora volvía a ser blanca. Aspiro su aroma, y luego soltó un largo suspiro complacido.

-No se como me he enamorado de ese maldito plumero andante. -Suspiro.

Volvió a oler la toga, perdiéndose en su dulce aroma. Volvio a suspirar, noto que su miembro despertaba y gruño un poco, no tenía tiempo para nada de eso, ahora tenía que cuidar a su angel.

Su angel, se repetía a si mismo caminando por los fríos pasillos de mármol. Cada vez que repetía esa frase, un sabor dulzón aparecia en su boca, le sentaba bien que algo fuera de su propiedad, solo de él.

Sumido en su pensamiento, toco la puerta de roble color negro de la habitación en la que Gabriel debería encontrarse. Tiempo atrás, habria mandado a sus diablillos a socorrer al angel, pero por alguna extraña razón sentía que solo el podía tocarlo, que si alguien mas lo hacia lo mancharía o lo dañaría.
Rió en bajo con amargura.

-Soy yo quien le mancha de oscuridad... -Susurro.

Abrió la puerta al no recibir respuesta, con paso ligero, depositó la toga del menor en la cama y fue directamente al baño donde se suponía que debía estar el angel. Y ahí le encontró, con la mirada pérdida y enjabonandose el pelo.

-Gabriel, cuando termines de bañarte... He dejado tu ropa en la cama. Sal y vistete.

El angel, que apenas había notado la presencia del demonio asintió y siguió con su labor de enjuagarse el pelo, cuerpo y alas.

Haizaky quedo hipnotizado mirándolo durante algunos minutos, luego, salió de la habitación y fue a su despacho.

El despacho consistía en una enorme sala, en el centro, estaba su escritorio de madera color negro, con una lámpara, varios cuadernos y un ordenador, a los lados se veían algunos cuadros de sus antepasados, todos alzándose victoriosos con la espada de un angel.

A paso lento y mirada cansada, se dejó caer en la mullida silla, quedando de espaldas a la ventana, que reflejaba el cielo rojizo, hizo tronar sus dedos y encendió el ordenador. Miró su correo, en este, los Email-s de su hermano mayor se hicieron presentes.

-"Tienes que trabajar de una vez, maldito vago!"  "Deja de jugar con esos angeles y ayuda un poco al negocio!" 

Esos eran algunos de los mensajes que invadía su ordenador.

-Que molesto...- Gruñó.

El trabajo de su familia era muy aburrido, papeleo, fechas, papeleo, pedidos,papeleo y mas papeleo.

-Odio esto... Ojalá se fuera todo a la mierda.

Un suave golpe a la puerta lo sorprendió.

-Pasa. -Dijo solamente.

Un pequeño diablillo pasó. Llevaba un mensaje.

-Señor, a sido convocado a una reunión junco con su padre y hermano.

Eso enfureció a Haizaky. Las reuniones eran aburridas, no había alcohol, no podía 'divertirse' con ninguna dama y debía llevar ropa incómoda.

Con un largo y pesado suspiro apartó su portátil y echó al diablillo de su despacho. Se levantó de la silla y se fue, dejando como prueba de su enfado y desapruebo, un grosero y grotesco Email enviado a su padre.

Caminó con prisa por el largo pasillo, tenía su destino bien fijado, la habitación de su angel. Odiaba trabajar por muchas razones, era un vago, no te importaba nada, pero, la razón que el nunca diría era por que no aguantaba la presión. 

Encerrado en un amor imposible(Yaoihard +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora