Se sincero

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Habían pasado dos días desde que el hermano de Haizaky había irrumpido en su casa. Haizaky, desde entonces, había estado trabajando junto a Gabriel como comportarse debidamente en la fiesta.

-Se supone que eres un ángel, tendrás que saber modales. -Se oía a Haizaky nervioso desde la sala de estar, la pareja se encontraba en el comedor.

-Haizaky, intento enseñarte, pero eres muy iracundo. - Suspiraba el ángel con paciencia. Habían estado repitiendo el mismo paso durante una hora entera.

-Lo que tu digas. -Gruño en respuesta.

Como Haizaky había entrado en el ejercicio cuando era joven, sus padres jamás se habían molestado en enseñarle nada que no fuese el manejo de la espada. Por eso, Haizaky a la hora de sentarse en una mesa, abarcaba todo el espacio que podía con sus brazos, agarraba los cubiertos como si fuera a apuñalar a alguien y se sentaba de una manera poco educada, dejando sus piernas abiertas y sentado en el costado de la silla.

Tardaron un rato, pero al final dejó de parecer un neandertal y ahora se comportaba de forma cortes, ayudando a sentarse a su acompañante, dejando de lado esa forma brusca y mal educada de hablar, aun que duraba poco, fuera de la mesa volvía a ser el mismo demonio mal educado y brusco.

-Haizaky, trata de comportarte con educación cuando estes frente a tu nuevo jefe.

-Estemos. Tú, bienes. - Le corrigió molesto. - Ahora eres parte de mi vida, y quieras o no irás.

-Si... Como digas. Pero no quiero ir.

-Yo tampoco, pero será menos aburrido si bienes conmigo. -Dijo con un tono peligroso.

-Si es a esa diversión a la que te refieres, tengo menos ganas de ir.

-No, no me refería a tener sexo, solo, me gusta estar a tu lado.

-¿Por eso me secuestraste y me as encadenado a estar contigo sea cual sea mi opinión?

Al demonio le dolieron esas palabras, era verdad que había echo eso, pero mas de una vez le había invitado a irse y volver al cielo, en cambio Gabriel permanecía a su lado, y quisiera o no, cada vez le costaba menos trabajo fingir estar a gusto al angel de extraño color de alas.

-Gabriel, ¿Estas esposado? ¿Te he cortado las plumas para cortar tu vuelo? Entonces... ¿Por qué sigues diciendo que estas encadenado?

El angel se calló, no dijo nada mas y se dio la vuelta, extendió las alas y aleteo con fuerza, dejando ver al demonio cual era la razón por la que seguia en el infierno.

El demonio bajo la cabeza, una garra de hielo invisible agarro su corazón. Se había olvidado de lo pequeñas que eran las alas del angel, y esa era la razón de por que no había escapado de él, tampoco de sus agresores en aquel callejón.

-Si tanto dices que me quieres, ¿Por que no me haces un favor y me llevas de vuelta al cielo? -Comento el angel.

-Vale, después de la reunión. -Contestó completamente enserio abandonando la sala y subiendo a su despacho, perdiéndose en su interior.

Pasaron el resto del día sin hablarse, Haizaky no salió de su despacho ni para comer. Gabriel, que no sabia lo que hacer en ese momento se le ocurrió ir a ver al demonio. No sabia por que, pero le apetecía verle. Toco la puerta con suavidad, al no recibir ningún tipo de respuesta empujo la puerta y entró.

-¿Que haces aquí? ¿No te daba asco?

Se le veía algo alicaído. Así pues, el angel se acercó y quedo a pocos metros del demonio.

-¿Que quieres? Ha te he dicho que te llevaré al cielo, dentro de dos días es la reunión, después de eso serás libre y no volverás a verme.

-Vengo a darte las gracias, eres muy amable, a pesar de ser un demonio renuncias a un angel... Podrías haber acabado conmigo o convertirme en tu nuevo juguete.

Encerrado en un amor imposible(Yaoihard +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora