Duro encuentro

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Haizaky, Machael y Artemisa reparaban escondidos en la carreta, en completo silencio.

Pronto, la carreta empezó a andar, los tres se mecían por el traqueteo que producía la carreta. Se escucharon los murmullos del conductor hablando con el encargado de proteger la puerta de la frontera. Estuvieron un largo tiempo hablando, luego, se escuchó como la puerta de la carreta se abría y el encargado entraba.

Los dos demonios y el angel se encogieron en su escondite, tratando de pasar desapercibidos. El incesante sonido de los latidos de sus corazones martilleaban sus oídos, nerviosos, intentaban no hacer ningún ruido, ningún movimiento.

Por fin, el encargado de proteger la frontera se fue, bajando de la carreta y dando dos golpes en el lado derecho de esta.  El auto se puso en marcha, los tres respiraron con alivio y esperaron pacientes a llegar a su destino. Tardarían varias horas en llegar, de paso, repasarían todo el plan para entrar en el laboratorio y recuperar a Gabriel.

-No creo que podamos entrar así por así y sacarle, es demasiado arriesgado.  -Protestó el ángel.

-¿Tienes una mejor idea? -Le preguntó el demonio con voz ronca.

-Si, dejar que nos capturen. -Contestó restándole importancia al peligro que suponía.

-Eso si es un suicidio...

-¿Y por que no nos hacemos pasar por algún científico o alguien que trabaje allí para poder sacarlo? -Propuso Artemisa, que asta entonces solo escuchaba en silencio.

-Es lo mejor que tenemos. -Gruñó El ángel.

-Decidido entonces. Oye, mercader, ¿cuanto queda lara llegar? -Preguntó Haizaky, sacando la cabeza por una de las ventanas del vehículo para poder preguntar.

-Llegaremos aproximadamente en cuatro horas, pero no os dejaré muy cerca de la ciudad, tendréis que andar para llegar a vuestro destino.

Después de la corta conversación, el vehículo entero se quedó en silencio, tan solo se oían las ruedas rozando el pedregoso camino. Haizaky miraba el techo de madera, pensando como podría estar su ángel, tenía miedo de que estuviera muerto, y esa era una de las mil posibilidades, pero esa en concreto, era la mas segura. Artemisa notó lo distraído que estaba el otro demonio, a si pues, decidió romper aquel silencio y trató de consolarle.

-Haizaky, es normal que te sientas de ese modo, lleva mucho tiempo en ese lugar, pero no pienses que está muerto.

El demonio suspiró y echó su cabeza hacia atrás, reposándola contra la pared gastada. Todo volvió a sumirse en silencio.

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Gabriel dormía sobre el frio suelo, sus ojos estaban adornados por largas y grandes ojeras, fruto del mal comer, mal dormir y el mal cuidado al que estaba sometido, pero por una vez desde hace dos semanas, había dormido una noche entera, sin ser interrumpido por horribles pruebas o experimentos.

El quejido de la puerta al abrirse le despertó, sabia lo que significaba aquel sonido, había dos opciones, o le daban algo de comer, o le arrastrarían sin ningún cuidado asta la sala de prueba. Por suerte para él, hoy era la primera opción. Dejaron la bandeja a su lado y luego le dejaron tranquilo.

Gabriel empezó a comer, la comida tenía un sabor muy amargo, pero no se quejaba, tenía hambre.

Pasó unas cuantas horas más estando en perfecta soledad, era el día mas tranquilo que había tenido en semanas, y lo agradecía mucho, pasó la mañana entera tumbado sobre sus alas.

Mas tarde, un hombre entró a su celda y le agarró de las cadenas y empujó para que se moviera. El ángel caminó por detrás del hombre, le conocía demasiado bien, era el mismo hombre que le arrastraba a la sala donde le hacian pruebas, pero hoy era distinto, no le llevaron a aquella sala, si no que le llevaron a una sala de estar bastante grande e iluminada. Los ojos del angel protestaron por tanta luz, entre cerró sus ojos, esperando que se adaptaran y esperó, erguido como un poste, a alguna orden.

Encerrado en un amor imposible(Yaoihard +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora