Super Smash Bros: Un nuevo inicio

El otro mundo

...

...

─¿Dónde estoy?

...

─Qué sensación tan más extraña, pareciera que estoy soñando. Pero... ¿En qué momento me dormí?

...

─Hace demasiado frío y no puedo ver nada, por alguna razón todo esta borroso. Estoy muy confundido...

Link no comprendía situación, parecía no recordar lo que estaba haciendo hace unos instantes junto a su amiga, era un momento un tanto desesperante para el. Estaba completamente desorientado.

─¿Acaso fue cuando Ike me golpeó? ¿No he despertado desde ese momento?... ¡No entiendo nada!, además me asusta la sensación que tengo, pareciera que estoy cayendo y no siento para nada el piso.

De repente y sin previo aviso, todas sus sensaciones e incomodidades desaparecieron en un instante.

─Vaya, ya estoy en tierra firme y puedo ver a mi alrededor. Que cosa tan mas extraña, no tengo ni idea de lo que paso antes.

Ante sus ojos se hallaba una vista hermosa y fuera de lo común. Su campo de visión estaba limitado a dos simples metros, debido a la niebla que rodeaba al lugar. A sus pies había hermosas flores que abarcaban todo el campo verde y lleno de vida que el joven observaba con asombro y detenimiento. Y por último, delante de el había una edificación en ruinas, cubierta con musgo y cuya magnitud desconocía por la espesa niebla que reducía el horizonte.

─Esto... Es maravilloso, no entiendo por que pero esto me trae mucha tranquilidad.

El chico intento recoger una flor para así deleitarse con su olor, pero para su horror y desagrado, no podía mover ni un solo músculo.

Esto lo asusto mucho, por lo que necia y desesperadamente hizo todo lo posible para poder mover siquiera una sola parte de su cuerpo. Comenzó con sus manos, continuo con sus brazos, siguió con sus pies término con su cabeza, todo fue en vano.

─Por fin regresaste.─ Exclamó una misteriosa silueta que se iba acercando lentamente a Link.─Te he estado esperando.

─T-tú eres... La persona que vi aquella vez... La que me recordó a Zel─ Sus palabras fueron súbitamente detenidas, algo había recordado.─¡Zelda! ¡¿Dónde está Zelda?! ¡Recordé que estaba con ella!

Rápidamente comenzó a voltear hacia todos lados, rara e inexplicablemente su cuerpo ya reaccionaba y respondía normalmente. Estaba buscando desesperadamente rastro alguno de su amiga mientras gritaba su nombre lo más alto posible, todo sin respuesta aparente.

─Tranquilo, ella está bien, no hay nada de qué preocuparse.─ Indico la persona a la cual Link ya estaba familiarizado, una persona delgada, vestida con un ligero traje pegado, el cual tenía dibujado un extraño ojo que derramaba una gran lágrima, una máscara y gorro con una textura y color parecida a unas vendas y un pelo rubio que tapaba la mitad de su cara pero que dejaba distinguir unos ojos de color rojo intenso.

El joven tartamudeaba mientras retrocedía en pequeños y lentos pasos, en un intento de alejarse de aquella persona, a la cual a pesar de no tener motivos suficientes para no hacerlo, no confiaba en ella.

─¡T-Tú eres!... ¡Eres la de mi sueño!─ Gritó mientras la señalaba agresivamente.

─Me alegra que me reconozcas, yo también me alegro de verte. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez? De seguro toda una vida humana, ¿60 años tal vez?─ Comentaba amablemente la misteriosa figura.