➳ Written by GaabyKookie ♡
Un oficial de policía que no entiende la razón por la cual flores de cerezo salen de su boca al toser.
Y un médico cirujano que tiene asumida su filemafobia impidiendo que el amor ingrese a su vida.
☑ Historia JiCheol.
☑ H...
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—Este es el consentimiento para que realicen la operación, explica detalladamente todo lo que harán en la sala de pabellón y los mínimos riesgos que existen —Informó JiHyo dejando el papel sobre la mesa frente a SeungCheol —Debes firmarlo para aceptar.
El pelinegro tomó el bolígrafo y empuñó su temblorosa mano sobre la hoja de papel.
—No debes firmar si no te sientes seguro de hacerlo —Dijo JiHyo en voz baja al verlo dudando, bajando ligeramente el bolígrafo y luego subiéndolo.
Pero SeungCheol firmó y empujó la hoja hacia adelante, como si ya no quisiera verla.
Había firmado su sentencia de una vida sin amor.
Y ya no había vuelta atrás.
JiHyo salió de la habitación y guardó el consentimiento junto a los exámenes en un sobre de papel color café que iría a pabellón, tomó el teléfono del mesón y marcó el número de SeYong.
Eran las cuatro de la madrugada y JiHoon tomó el vaso del café de máquina cuando estuvo servido, bebió todo el contenido en un sorbo y se sentó en su escritorio, había sido un turno agotador luego de realizar tres intervenciones de urgencia. Bostezó y echó su cuerpo hacia atrás en el respaldo de la silla, cerrando los ojos por un momento.
Pero su pequeño descanso fue interrumpido por unos suaves golpes en la puerta, se enderezó y SeYong se asomó.
—Disculpe que lo moleste —Habló el paramédico con una avergonzada sonrisa.
—No te preocupes —JiHoon lo invitó a entrar haciendo un gesto con la mano —¿Qué ocurre?
—Le he traído los exámenes y documentos para una intervención programada para mañana a primera hora —SeYong siguió a JiHoon con la mirada, viéndolo levantarse y servirse otro vaso con café.
—Gracias, déjalos en el escritorio por favor.
—Doctor JiHoon —Lo llamó.
—¿Sí?
—Quizás le interese revisarlos —Mencionó y JiHoon se dio la media vuelta, extrañado de su comentario.
—¿Qué es?
—Enfermedad de Hanahaki.
—¿Es muy grave? —Preguntó el castaño revisando los exámenes —¿No hay modo que sus sentimientos sean aceptados?
—No lo sé.
—Paciente de veinticuatro años, sin antecedentes mórbidos ni alérgicos, con intervenciones quirúrgicas de arma blanca hace dos años y por arma de fuego —Sacó la radiografía y levantó su brazo para verla contra la luz —Bueno, hay obstrucción en los bronquios pero estamos a tiempo, no parece haber lesión ni hemorragia interna, es joven y no habrá problemas en retirar las flores —Comentó tranquilamente, dejando la radiografía a un lado y sacando el informe del médico tratante —Oh, son flores de cerezo.
