➳ Written by GaabyKookie ♡
Un oficial de policía que no entiende la razón por la cual flores de cerezo salen de su boca al toser.
Y un médico cirujano que tiene asumida su filemafobia impidiendo que el amor ingrese a su vida.
☑ Historia JiCheol.
☑ H...
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JiHoon movió el bolígrafo entre sus dedos leyendo por milésima vez el diagnóstico de su próxima intervención quirúrgica.
"Enfermedad de Hanahaki"
Se trataba de una expectoración atípica con pétalos de flores debido a un amor unilateral, iniciando normalmente con fiebre, dolor al hablar y dificultad respiratoria ya que las flores van obstruyendo y dañando el conducto respiratorio como también los pulmones y corazón el cual sufre de un intenso dolor ante el rechazo, las flores varían y las más complicadas de tratar eran las rosas por la presencia de espinas causantes de heridas poco profundas pero muy dolorosas, aun así, cualquier otro tipo de flor podía terminar con la vida de quien padecía la patología.
Como médico cirujano de urgencias había visto de todo, tanto hombres y mujeres fallecer al ahogarse con su propia sangre y flores como también ser el responsable de quitarlas del cuerpo, extrayendo los sentimientos y también toda posibilidad de volver a amar.
Esa era la única alternativa para sobrevivir.
Vivir el resto de la vida sin ser capaz de amar.
Pero había otra opción de vivir y amar, era que sus sentimientos fuesen correspondidos, las flores y raíces irían lentamente desapareciendo junto a los síntomas terminando con la cura en la enfermedad.
Era poco probable que ocurriese, era más común ver lágrimas y dolor en los pasillos del hospital, pétalos regados por el suelo sufriendo por un amor que jamás iba a ser correspondido.
—¿Doctor JiHoon? —Habló Seyong asomándose por la puerta de la oficina del mencionado, despertándolo de sus pensamientos, JiHoon lo miró atento —Lo estamos esperando en pabellón.
—Oh, perdón —Se levantó de la silla saliendo del lugar.
—Por cierto, ¿Qué le ocurrió a su auto? —Preguntó el paramédico, curioso de lo sucedido —Al llegar lo vi en el estacionamiento y tenía una horrible abolladura.
—Fue un accidente —Respondió JiHoon avanzando por los fríos pasillos del hospital. Si es que se le podía llamar un accidente cuando en realidad un policía lo había ocasionado a propósito.
Y no entendía la razón.
SeungCheol lo espiaba por la ventana en las noches y al amanecer se comportaba como un verdadero idiota.
Sí, lo debía admitir, lo provocaba pero no lo odiaba, ni siquiera lo conocía pero no era necesario para darse cuenta de su actitud prepotente y altanera solo por ser un oficial de policía.
De solo verlo se le revolvía el estómago.
Y no, no eran mariposas.
Estuvo alrededor de nueve horas en pabellón, extrayendo pétalo por pétalo, con cuidado de no perforar los órganos del paciente con alguna de las espinas de las rosas. En cada intervención solo podía pensar en lo que ocurriría con esa persona al despertar y saber que no volvería a amar.
