Capítulo 17: Mateo Ferrer

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Capítulo 17:
Mateo Ferrer

Capítulo 17: Mateo Ferrer

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Después de una hora de repetir una y otra vez cómo sucedieron los eventos en el restaurante, puedo abandonar la sede principal del Cabildo, en la asunción donde también se encuentra la gobernación política del Estado. Un edificio de 12 pisos donde coexisten las leyes mágicas y las humanas. Un equilibrio que no debe romperse, y que justo ahora está fragmentado. Después de lo ocurrido es imposible mantener oculto al mundo lo que está pasando. A Asier lo han llevado a otra habitación para ser interrogado, por lo que he estado casi una hora dentro de un cuarto con un representante del Cabildo y otro de la policía estatal.

—Eso es todo, señorita Sánchez, puede retirarse —dice el oficial estatal.

—Gracias —digo y salgo inmediatamente. Si mis cálculos no me fallan debe ser casi la una de la mañana. El pasillo me lleva a una sala principal donde las primeras personas con las que me encuentro son los hermanos Hidalgo.

Dasha se queda en silencio cuando su mirada se cruza con la mía. Sus ojos marrones están envueltos en un elaborado maquillaje oscuro. Su hermano mayor se aleja de ellos para acercarse a mí.

Lo que me faltaba.

—¿Me puedes explicar qué hacías con Asier? —me reclama. Jhosep se ha plantado delante de mí como un toro enfurecido.

—No tengo por qué darte explicaciones de mi vida —digo cansada. Lo que necesito en estos momentos es ir a mi departamento y dormir, no aguantar una escena de celos y posesión de mi exnovio.

—¿Estás saliendo con él? —su pregunta es un grito que ha detenido a dos personas que se dirigían al ascensor. Me quedo paralizada ante una acción tan agresiva de su parte—. Respóndeme —baja un poco el tono de voz pero no la entonación.

—Creo que ese no es tu problema —responde Asier, que ha salido del otro pasillo. Lleva las manos en los bolsillos y el peso del cansancio en los ojos. Se detiene a mis espaldas, y puedo sentir la penetrante mirada de ambos—. ¿Estás lista para irnos?

—Sí, necesito descansar —respondo ignorando a Jhosep por completo. Tomo el brazo de Asier y dejo que me guíe hasta el ascensor. Quienes se habían detenido reanudan su andar. Las puertas del ascensor se abren y entro, quedo frente a la sala. Jhosep está mostrando una faceta que no conocí cuando estuvimos juntos, hay demasiada ira en su mirada, su cuerpo está surcado de una energía vibrante que intenta contener. Aunque estuvimos juntos por casi dos años, nunca lo he visto usar sus habilidades.

Me relajo cuando el ascensor comienza su descenso. El silencio nos acompaña hasta a las afueras del edificio del Cabildo, del otro lado de la calle está mi auto. Las calles están desoladas y a oscuras. Me subo al auto, me reclino contra el asiento y cierro los ojos. El motor ruge y en segundos estamos en movimiento. Recuerdo el sobre que me ha enviado el señor Axel e inmediatamente abro los ojos y busco mi cartera en el asiento trasero. Mi compañero se mantiene en silencio con la mirada fija en la carretera. Abro el sobre que tiene dos juegos de hojas.

Médium. Espada de hueso (libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora