Capítulo 19: Lucha por un alma

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Capítulo 19:
Lucha por un alma

 La señora Devana Hidalgo es una mujer gorda y alta, con el cabello corto en un tono castaño y grandes ojos

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 La señora Devana Hidalgo es una mujer gorda y alta, con el cabello corto en un tono castaño y grandes ojos. Sus gruesos pies parecen asfixiarse dentro de las zapatillas. Lleva un pantalón ancho hasta sus pantorrillas en tono beige y una camisa oscura. Puedo ver la molestia en su tan expresivo rostro. Debo suponer que Jhosep le ha comentado lo poco que sé del pasado de la familia.

—Tendrá que ser otro día, ya voy de salida.

Termino de pasarle llave a mi oficina. No voy a postergar mis cosas por escuchar su histeria.

—Lo que necesito hablar contigo no puede esperar —dice tajante.

Su hija permanece detrás de ella como si fuera su guardaespaldas.

—Señora, no puedo atenderla el día de hoy. Tengo un compromiso muy importante que no puedo postergar —expreso usando su mismo tono de voz.

Ella mira de manera despectiva a Asier, asumiendo que es él la razón por la cual me niego a atenderla.

—¿El joven Amaíz no puede esperar? —pregunta Dasha saliendo en defensa de su madre.

—No, no puede esperar. Permiso. —Paso a su lado. Asier me sigue en silencio.

A la madre de Jhosep nunca le ha gustado que le lleven la contraria, mucho menos que la hagan esperar. Ella y yo no quedamos muy bien después de mi ruptura con su hijo, debido a que ella tuvo mucho que ver con mis problemas desde que su hijo se fue. A la larga ella fue muy influyente en la ruptura, aunque su hijo jamás lo admita.

Bajo los peldaños y me encuentro en la calle. Mi auto está estacionado en el aparcado establecido para las oficinas del edificio, y del otro lado de la calle está Otto con la moto de Asier.

Lo saludo con la mano, y una sonrisa. Él me devuelve el saludo y se coloca el casco.

—Yo manejo —dice Asier tendiéndome la mano. Le entrego las llaves, y rodeo el auto.

La señora Hidalgo y su hija ya han bajado y se quedan en la acera, paradas mirando como subo al auto, y nos ponemos en marcha. Siento que no le gusta la idea de que pueda tener otra relación, algo que es ilógico por todo lo sucedido con su hijo. Pero aun así es lo que transmite.

—Es una señora un poco intensa, para no decir otra cosa —dice Asier después de unos minutos de silencio.

—Así es. Ha venido por lo que sé de Daniel —comento.

—¿Por qué estás tan segura?

—La última vez que vi a Jhosep se alteró mucho cuando le pregunté y me dejo muy claro que no debo meterme en el pasado de su familia —explico.

—Debes tener cuidado con esa familia —dice, pero en sus palabras hay mucho oculto.

—¿Por qué? —Me acomodo en el asiento para estar de alguna manera frente a él. Una pícara sonrisa se asoma por sus labios, no quita la mirada de la carretera.

Médium. Espada de hueso (libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora