Capítulo Diez

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Desperté. La habitación ya se encontraba iluminada por completo. Nuevamente me asusté al no ver a Kino en la habitación, pero supuse que se encontraría en la sala principal.

Bajé hasta la sala con intenciones de encontrármelo allí. Pero no había nadie. Recorrí la cocina, el comedor, el patio trasero, el delantero, etc. No lo encontraba por ningún lado.
Pasado un lapso de cinco minutos, por fin sentí la puerta abrirse lentamente, y tras ella lograba apreciar el rostro de Kino.

- ¿Dónde estabas? - Le pregunté.
- De compras - Respondió nervioso.
- ¿Y por qué no traes nada en las manos? Se supone que deberías traer algo si realmente estabas de compras - Exclamé.
- Porque no logré encontrar los productos que quería, y ya deja de insistirme tanto, no me molestes más, ¿Quieres? - Afirmó.
- Bueno... No te molesto más - Añadí.

Empaqué todas mis cosas, para luego salir completamente angustiado del lugar.

Después de varios minutos caminando por las frías calles de Corea, al fin llegué a casa.
Entré sin hacer demasiado ruido. Mi casa estaba igual que siempre, vacía y con ese permanente olor a humedad que solía tener en invierno.

Me encontraba totalmente decepcionado, jamás pensé que todo terminaría así.
No me gustaba discutir con Kino, pero aquella mañana mis sospechas fueron inevitables, era imposible que no hubiese podido conseguir al menos una de las cosas que supuestamente necesitaba comprar. Todo era muy extraño.
Inmediatamente me dirigí a mi habitación, no quería hablar con nadie, prefería permanecer refugiado en la intimidad de mi cuarto.

El incómodo sonido del móvil me obligó a salir de mis profundos pensamientos. Respondí.

- ¿Hola? -
- Hola HongSeok... Me enteré de tu discusión con Kino... Pase lo que pase, sabes que siempre estaré aquí para ti -
- ¿Yeo One?... ¿Cómo supiste que he discutido con Kino? -
- Jinho me ha dicho que Kino fue a hablar con él esta mañana, también mencionó que estaba muy afectado por el problema... Quizás no soy la persona correcta para decirte esto, pero creo que lo mejor que pueden hacer es arreglar las cosas entre ustedes, se nota que realmente se quieren, no me gustaría que un amor tan como sincero como el suyo tenga que discutir por algo que ni siquiera han aclarado completamente -
- ... Gracias Yeo One... Lo amo demasiado... Pero sospechaba mucho de la situación... No quise confiar en sus palabras... Soy un idiota -
- No lo eres, HongSeok... Simplemente cometiste un error, como todos lo hemos hecho alguna vez... Pero al igual que todos, debes levantarte y seguir adelante amigo... De cada error que cometemos se aprende algo nuevo -
- ... Gracias Yeo One... Me has enseñado a reflexionar mejor acerca de todo este problema... Dentro de algunos minutos hablaré con Kino de este mismo asunto... Muchas gracias por estar siempre dispuesto a ayudarme. Te quiero mucho amigo -
- Y yo a ti HongSeok... Espero todo se solucione, les deseo suerte -

Yeo One cortó la llamada sin siquiera dejarme pronunciar al menos una palabra más.

Necesitaba hablar con Kino, necesitaba explicarle que estaba muy arrepentido de haber actuado de esa manera, necesitaba decirle que mi corazón se llena de un profundo vacío cada vez que estoy lejos de él. Tomé mi móvil rápidamente, para luego comenzar a escribir.

HONGSEOK ✨: Hola Kino...
KINO 💌: Hola...
HONGSEOK ✨: ... Hey, te quería decir que... Perdón por lo ocurrido esta mañana.
KINO 💌: ¿Sólo por eso me hablas?
HONGSEOK ✨: No. También quería proponer una salida, sólo es para aclarar mejor toda la situación ocurrida, ahora que ambos estamos más tranquilos.
KINO 💌: Bien. ¿Dónde quieres que nos veamos?
HONGSEOK ✨: Yo paso por ti, y luego podemos ir por un chocolate caliente.
KINO 💌: Está bien.
HONGSEOK ✨: Bueno. Nos vemos ❤.
KINO 💌: Okay.

Inmediatamente, fui a cambiarme de ropa. Me encontraba un poco deprimido, ya que pude notar con bastante claridad que Kino respondía cortante a todos mis mensajes.

Pasado una hora, ya estaba listo para pasar a recoger a mi novio. Tomé el coche, y salí inmediatamente en dirección a la casa de Kino.

Una vez llegué al lugar, noté a Kino un poco desanimado, ni siquiera se había arreglado para salir conmigo, y su rostro permanecía con una expresión de molestia.

- Hola - Añadió a la vez que subía a mi coche.
- Hola - Respondí amablemente.

Nos dirigimos a gran velocidad rumbo a la tienda que vendía aquel chocolate caliente que lograba enloquecer por completo a mi novio. Sin embargo, el viaje no fue para nada agradable, pues no hablamos absolutamente nada en el transcurso. No sabía la razón por la que Kino se comportaba de esa forma, pero tarde o temprano debía averiguarlo.

Mi Único Destino Eres TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora