Mi Único Destino Eres Tú

Capítulo Doce

Ya habían pasado dos días, y mi cumpleaños al fin llegó.
Eran apenas las 9:00 am cuando el sonido del timbre me sacó de mis sueños.
Me levanté con la esperanza de que fuese Kino el que tocaba el timbre desesperado.
Bajé rápidamente, muy emocionado de que mi novio me visitara en aquel día tan especial para mí.
Al abrir la puerta, me encontré con la grata sorpresa de ver a todos los chicos de la banda parados fuera de mi casa, pero luego una decepción enorme invadió mi cuerpo. Pude apreciar a todos los chicos alegres deseándome un feliz cumpleaños, pero no logré verlo a él. Mi mirada buscó entre todos los chicos por si había alguna señal de él, pero no tuve mayor éxito.
Invité a los chicos a pasar a mi casa, uno por uno fueron entrando y se turnaban para darme un abrazo a la vez que me deseaban un feliz cumpleaños, pero no podría ser realmente feliz si Kino no estaba presente.

- HongSeok - Pronunció Yeo One, logrando así salir de mis pensamientos.
- Yeo One... ¿Qué pasa? - Le pregunté amablemente.
- Kino me ha dicho que lamentablemente hoy no podrá venir, ya que ocurrió un pequeño problema, pero dijo que no es nada grave, al menos te mandó este obsequio - Afirmó Yeo One a la vez que me entregaba un paquete envuelto en papel rosado con diseño de corazones.
- Ah, muchas gracias - Añadí.

Comencé a abrir el paquete con bastante intriga. Una vez acabé, saqué de su interior un lindo oso de peluche color blanco, que sostenía entre sus manos un corazón color rosado que en el medio tenía escrito "HongKino".
Lo aferré a mi pecho, como si fuese el elemento más valioso que existe en este mundo.
Apresuradamente tomé mi móvil para comenzar a escribir.

HONGSEOK ✨: ¡BEBÉ! Muchísimas gracias por el regalo, es lo más hermoso de la vida, prometo que lo cuidaré siempre ❤. Supe que tuviste una emergencia y no vas a poder venir, así que sea lo sea, espero todo esté bien. Te amo 💜.
KINO 💌: ¡Hola amor! Espero estés teniendo un muy feliz cumpleaños. Exactamente, ocurrió un inconveniente, pero no resultó ser nada grave, pero gracias por preocuparte. Pronto voy a ir a verte, te lo juro amor. Que estés bien y disfruta de este día.
HONGSEOK ✨: Muchas gracias mi bebé. Mañana puedes venir a almorzar a mi casa, si quieres, así podremos vernos ❤.
KINO 💌: Allí estaré 💖.

Al leer ese mensaje, una pequeña sonrisa se dibujó instantáneamente en mi rostro. Enseguida decidí soltar mi móvil para poder compartir con los invitados.

Llegó la hora de abrir los regalos. Cada obsequio que me dieron era increíblemente maravilloso.

- Espero te esté gustando la fiesta, amigo, todos nos esforzamos muchísimo para que todo esto resultara a la perfección, en especial Kino - Añadió Yeo One sonriente.
- Sí Yeo One, me encanta la fiesta que prepararon, todo está saliendo muy bien. Gracias por preocuparse - Exclamé.

Yeo One me guiñó un ojo y se acercó hacia Yan An, allí comenzaron a charlar por un momento.
Comencé a conversar con E'dawn, Hui, Jinho y Shinwon, cada uno tenía bastantes historias para contar, de esa manera, era totalmente imposible que la noche estuviese aburrida. Reíamos a carcajadas con cada anécdota graciosa que contábamos. Estaba feliz a pesar de no tener a Kino en mi fiesta, aunque el profundo vacío de mi corazón no me permitía dejar de pensar en él, por más que intentase centrarme en la fiesta y no en él, se me hacía imposible.

Ya eran las 5:00 am. No entendía cómo el tiempo había pasado tan rápido, pero no le di demasiada importancia.
Los chicos se fueron despidiendo uno a uno, mientras se retiraban del lugar. Le agradecí a cada uno de ellos por la hermosa fiesta que me habían organizado.

Una vez que ya todos se habían ido de mi hogar, decidí ir deprisa a la cama. Me encontraba muy cansado, había sido un día demasiado agotador.
Una vez allí, comencé a llorar desconsoladamente. Entendía que no era culpa de Kino ausentarse a mi cumpleaños, pero aún así, aquel era el día en el cual más deseaba estar a su lado, sin embargo, él no estuvo, y me pregunto, ¿Por qué tenía que ser hoy? ¿Por qué no podía ser otro día?.
Me sequé las lágrimas con las sábanas que envolvían mi cama, para luego caer brevemente en un profundo sueño.