Inocencia Perdida [Yaoi]

Cap 3: Volviéndote a ver

Se encontraba muy confuso por los "extraños" acontecimientos que había percibido desde que conoció a Ren.  Su mente daba vueltas y vueltas sobre eso

Caprichosamente ya era Lunes, primer día de preparatoria , así que perezosamente se levantó de su cómoda cama para cumplir con su rutina de día a día y despedirse de su solitario apartamento para dirigirse a la preparatoria. ¿Desde cuando vivía solo? esa pregunta surcó su mente mientras caminaba a la estación.

Hace unos dos años, cuando Lief tenía 15, una oferta de trabajo se le presentó a su padre. Era muy bueno para ser verdad, con un sueldo gratificante de por medio. Pero dichoso trabajo implicaba salir del país, para ser exactos emigrar a España. En esos momentos su familia transitaba por notables problemas económicos por lo que no dudaron en aceptar.

No quería marcharse del país. Y por primera vez se manifestó muy prepotente sorprendiendo a sus padres con aquella actitud de "rebeldía". Su madre insistió mucho para que  se fuera con ellos, pero aún así  se rehusaba rotundamente; y las razones eran demasiadas:  este era su país natal, el lugar donde nació, creció y halló muy buenos amigos. Amaba la cultura de su país y la tecnología tan avanzada que poseía.

Sus padres al ver su negativa, no tuvieron de otra que complacerlo, dejándolo en aquel apartamento, prometiendo llamar seguido y enviar una mensualidad para sus gastos.

Aún recordaba el rostro de su madre negándose a dejarlo sólo, para ella era su "pequeño" pero se regocijó cuando aceptó. Esto demostraba que confiaba en él y lo creía capaz de ser cada vez más independiente.

No odiaba vivir sólo, pero en ocasiones se sentía demasiado vacío. Aunque se negase a aceptarlo, extrañaba a sus padres y estos constantemente seguían insistiendo para que se fuese con ellos. Pero tenía que admitirlo, aún no se sentía mentalmente preparado para dejar su "nido" su ciudad y sobre todo a sus amigos.

Recordando esto, se percató de que ya había llegado a la preparatoria. Algo haragán subió las gradas de par en par y llegó a su aula. Al instante reconoció esos rostros que ya se le hacían bastante familiares

- !Ey! Lief, muchacho apresúrate que llegas tarde.

Ese era su mejor amigo Yusei, él más alto de todo el aula.

- Hola Lief... tienes cara de no haber comido nada amigo - saludó en tono burlón.

Ese era su otro mejor amigo Hiro.

- Hola chicos - saludó sonriendo naturalmente - ¿Como es que ustedes siempre llegan tan temprano?

- Nosotros nos levantamos temprano- dijo alardeando Yusei.

- Pero yo también - se defendió al instante.

- La razón es muy simple Lief- Habló Hiro mientras arreglaba algunos mechones que caían sobre su rostro - Vives lejos 

---- Jovencitos buenos días. Dejen de perder su tiempo hablando tonterías y diríjanse a la página 90 de su libro de Historia.

Ahí estaba el maestro Tanaka. Uno de los maestros más gruñones e insoportables de la preparatoria. Todos lo respetaban, bueno para ser exactos le tenían miedo, por lo que obedecieron al instante.

Luego de un par de horas de aburrimiento para todos por fin sonó el tan anhelado timbre. Dando paso al receso.

Sus amigos y él se apresuraron a ir al comedor, por suerte  llegaron justo a tiempo para pedir sus alimentos, antes de que un buen grupo de estudiantes hambrientos invadieran aquel lugar.

Con las bandejas repletas de alimentos en sus manos, decidieron buscar un lugar para refrigerar. 

- Mierda ya no hay lugares - exclamó Yusei.