Batalla En La Iglesia

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Issei no había podido dormir en toda la noche, la razón.

"No esperes nada bueno"

El castaño no podía dejar de pensar en que Asia corría peligro, y peor, que quien la ponía en peligro era la chica de la que se enamoró, Raynare.

-carajos...buaaahhh...me siento medio muerto-comentó bostezando mientras ordenaba su cuarto, era sabado por la mañana, estaba de suerte ya que si iba a la escuela lo mas seguro es que se dormiría en clases y le llamarían la atención.

-Ray-chan...que demonios estás haciendo?-se preguntaba con preocupación, tras soltar otro suspiro bajó a desayunar con sus padres, una vez terminó decidió dar un paseo para despejarse, fue hacia un parque, el lugar estaba vacío y tranquilo, se sentó en una de las bancas y miró al cielo undido en sus pensamientos.

-(Asia...estarás bien?...)-se preguntaba, el castaño cerró sus ojos y la imagen de la monja tendida en el suelo con una herida en su pecho le invadio, en dicha escena veía a Raynare portando una lanza de luz de pie junto a Asia y con una sonrisa perversa en sus labios, Issei abrió los ojos de golpe y miró a su alrededor respirando con nerviosismo-Ray-chan...serías capaz?...-se preguntaba con temor.

-Issei-kun?-una dulce y tierna voz que conocía bien llamo su atención, al voltear se topó con nadie más ni nadie menos que Asia, la monja le miraba sorprendida pero luego esbozo una sonrisa-Issei-kun!-exclamó acercandose a el alegremente.

-Asia...que haces aquí?-preguntó Issei intrigado al ver a la monja.

-oh, pues decidía salir a dar un paseo-dijo ella mientras jugaba con sus dedos.

-(no importa por dónde la veas, es tan tierna!)-pensaba el castaño empalagado-y-ya veo, jeje, quieres conocer un poco la ciudad?-.

-si! Me encantaría! oh, eh...p-pero no quiero ser una molestia...-dijo ella bajando la cabeza.

-jeje, claro que no, vamos, ven sigueme-dijo Issei poniendose de pie, Asia lo miró con timidez y luego asintió siguiendole.

Issei comenzó a guíar a la monja por las zonas de la ciudad que el solía frecuentar, saltandose la parte en dónde el iba a comprar sus tesoros, llevó a la monja a comer comida rapida, luego a recorrer el centro comercial y al arcade en dónde le consiguió un peluche muy lindo el cual le encantó a la monja, al final terminaron por sentarse en una banca junto a una fuente.

-hoy en verdad me divertí mucho Issei-kun! Gracias!-exclamó la rubia sonriendo alegremente.

-jeje, no hay de qué, Asia, para eso estan los amigos-dijo el castaño con una leve sonrisa.

-a-amigos? Somos amigos?-preguntó la monja con ilusion en sus ojos.

-por supuesto! Jeje, claro que somos amigos-respondió el castaño sonriente.

-g-gracias...en verdad gracias, Issei-san-dijo ella con pequeñas lagrimas en sus ojos para luego abrazarlo con fuerza-estoy tan feliz de que seamos amigos...-.

-A-Asia, q-que pasa?-Issei se veía impresionado ante la reacción de la monja la cual le miró a los ojos.

-Issei-kun...yo...-fue entonces que ella comenzó a narrarle su historia, ella antes era considerada una jovencita milagrosa, bendecida con el don de sanar cualquier mal, hasta que un fatidico día se encontró a un demonio moribundo, ella, tan bondadosa como es lo ayudó y lo sanó, pero la iglesia de la que formaba parte lo vio como herejía, y la expulsaron dejandola a su suerte, al escuchar esto, Issei no pudo evitar sentir pena por su amiga, e ira hacia los de la iglesia-pero sabes...ahora yo solo sueño con tener amigos!-.

Issei El TrotamundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora