Jeon JungKook, es un chico "común". Comprometido a los 17, para no "desperdiciar" (como diría su madre) su belleza, sumándole un futuro que escribir y habilidades recién encontradas harán de su vida un infierno. "Hasta que la muerte los separe" es...
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JungKook estaba soñando con una deliciosa comida hecha por su noona SunHee, estando en el patio mientras disfrutaba de un hermoso día soleado.
— Noona, su comida es deliciosa. —Murmuró JungKook dejando escurrir un pequeño hilo de saliva desde su boca hasta su cuello.
Los dos chicos que estaban en la habitación esperando que el pequeño despertara lo miraban con asco y burla.
— JeongIn, deberías de despertarlo. —Murmuró SeungMin mirando al chico que dormitaba en la fina cama dorada.
JeongIn rodó los ojos y se paseó por la habitación. Desde las ventanas enormes que estaban abiertas de par en par con cortinas blancas, luego pasó por el frente de la gran cama y haló de las cobijas doradas que cubrían al pequeño azabache, destapándolo y haciendo que se encoja hasta volverse una adorable bolita.
— Hyung, no quiere despertar. —JeongIn hizo un tierno puchero señalando al azabache que poco le importó ser separado de sus cobijas.
Ambos menores decidieron recurrir a técnicas más fuertes para poder alejar el sueño del muchacho pelinegro.
— Muy bien, yo le hablo y tú le arrojas un poco de agua de la jarra de por allá. —SeungMin señaló la jarra blanca que estaba en buró dorado al lado de la cama, JeongIn asintió y tomó la jarra preparándose para arrojarle el agua. — Señor Princeps, tiene que despertar para que baje a desayunar, ahora JeongIn.
JeongIn arrojó toda el agua de la jarra, empapando a JungKook y despertándolo.
— ¡AHH! —JungKook gritó al sentirse mojado, sentándose en la mullida cama. Dos pares de ojos los miraban, un pequeño de cabellos castaños, ojos de bebé y uniforme azul con blanco estaba sentado a los pies de la cama mientras el otro tenía ojos de niño revoltoso, cabello negro y uniforme amarillo con blanco. — ¿Quiénes son ustedes y por qué estoy mojado?
— JeongIn te dije que sólo un poco de agua, no toda la jarra. —Reclamó el chico de cabellos cafés mirando fijamente a su menor, el cual simplemente sonrió enseñando sus dientes blancos en una sonrisa de niño travieso.
— Hyung, usted no especificó.
— Ya verás ahorita mocoso, pero ahora debemos ocuparnos del pequeño hijo de Princeps. —SeungMin dejó de mirar a JeongIn para mirar a JungKook. — Señor, debemos vestirlo y llevarlo para que coma algo y no muera tan pronto.
JungKook no entendía mucho de lo que estaba sucediendo pero ellos mencionaron comida y él nunca rechazaba comida.
— ¿De acuerdo? —Su afirmación más bien sonaba como una pregunta pero los chicos lo tomaron igual y lo encaminaron hasta su baño personal para que se aseara. — Había una vez, un barco chiquito~
