Jeon JungKook, es un chico "común". Comprometido a los 17, para no "desperdiciar" (como diría su madre) su belleza, sumándole un futuro que escribir y habilidades recién encontradas harán de su vida un infierno. "Hasta que la muerte los separe" es...
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V y JungKook caminaban por la entrada de la mansión del valle de las sombras, o sea, la casa del príncipe infernal.
— Hyung, ¿Por qué tu padre no te quiere aquí? — TaeHyung miró al azabache, limitándose a caminar solamente. — Sí no quieres decirme está bien y...
— Él no me quiere porque la muerte ha dicho que yo seré su sucesor, un príncipe infernal debe limitarse a ser eso, un príncipe. Pero yo quiero más...
JungKook entendió lo que su mayor había dicho pues él también quería más en su tiempo, por eso fue que Gabriel murió, queriendo atrapar a todos los demonios. Lamentablemente eso había hecho que todos sus hermanos arcángeles cayeran en las garras de Satanás, convirtiéndolos en sus fieles sirvientes.
— Hyung... ¿Tienes pareja o más familia?
TaeHyung sonrió levemente. — Tengo un novio, que más bien es mi mejor amigo y se llama MinJae. Tengo un hermano mayor llamado NamJoon, él desertó y dejó de ser un príncipe infernal dejándome a mí a cargo de todo y fallando. Mi hermano menor se llama Félix y es el favorito. Nadie más hay en mi vida.
— Yo tengo una hermana que no sabe que soy su hermano, además es la esposa de mi hyung SeokJin.
TaeHyung frunció el ceño abriendo las puertas de su mansión y adentrándose en ella. JungKook se maravilló con todo lo que estaba mirando. La mansión era enorme y de colores obscuros, se veía tétrica pero hermosa.
Dentro de ese oscuro lugar habían mujeres y hombres con poca ropa quienes rodeaban a Rafael, más adelante había un circulo en donde varios hombres peleaban contra Miguel; Uriel estaba rodeado de mujeres que portaban joyas hermosas y que le lanzaban monedas de oro a sus pies, Raguel estaba sentado en un trono de oro que cargaban hombres sobre sus hombros, Sariel y Ramiel estaban sentados juntos mientras el primero comía y comía el otro se dedicaba a dormitar siendo acariciado por unas mujeres hermosas.
A JungKook se le cerró la garganta, era demasiado fuerte de ver. Sus amigos ahora eran demonios que representaban cada pecado capital, si su jefe los viera estaría tan decepcionado de todos.
— Yo sé que esto es difícil, pero...
— Tenemos que matarlos, ¿Tienes, uh, el arma mortal?
TaeHyung asintió, aplaudió tres veces y todo el mundo dentro guardó silencio.
— ¡Quiero a mis demonios mayores aquí ahora! Todos los demás, ¡LARGO! —El gritó del príncipe retumbó en las paredes e hizo que todo el mundo desapareciera dejando pequeñas nubes de humo en su lugar.
— Amo...
— Todos en sus rodillas, ahora.
TaeHyung interrumpió a Miguel y señaló el suelo frente a él, todos obedecieron inmediatamente y antes de que alguno pudiera si quiera jadear, el príncipe infernal cortó con la espada mortal las cabezas de los seis al mismo tiempo.
