Jeon JungKook, es un chico "común". Comprometido a los 17, para no "desperdiciar" (como diría su madre) su belleza, sumándole un futuro que escribir y habilidades recién encontradas harán de su vida un infierno. "Hasta que la muerte los separe" es...
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— ¡Vamos JungKook, corre más rápido! —Gritó mi mejor amigo YoonGi, al mismo tiempo que mi madre me sostenía del brazo para evitar que corriera tras de YoonGi. El chico volteó a mirarme con una bella gummy smile bailando en su rostro, el cual se tornó sombrío al instante en el que vio cómo mi madre me alejaba en dirección contraria. Mi madre pensaba que ese chico no era bueno para mí, decía que debía de actuar como lo que era, un caballero. Pero sólo quería ser yo mismo, no necesitaba nada de eso, sólo necesitaba un poco de libertad.
— Vamos JungKook, es hora del té. —Dijo mi madre mientras me seguía arrastrando al pequeño lugar en donde se encontraba una mesita y sillas en los que nos sentábamos a diario a tomar el té,
— ¡YoonGi Hyung! —Grité tratando de zafarme del agarre de mi madre.
— Ya basta JungKook, tienes que comportarte como lo que eres, un hermoso caballero. —Dijo y me sentó junto a ella.
— Vamos YoonGi, tú también debes de tomar el té junto a nosotros. — Dijo Min SooAe, la madre de mi mejor amigo.
— Está bien madre.
Mi Hyung me sonreía mientras ambos bebíamos el té que mi noona SunHee había preparado para nosotros. Mi mamá me dirigió una mirada retadora con la que calló todo signo de diversión en mí, o al menos eso pensó ya que justo cuando bajaba la mirada me topé con V tratando de llamar mi atención con lo que parecía ser una rama de árbol recién arrancada.
— Con permiso, necesito ir al tocador. —Dije al tiempo en que mi noona se levantaba.
— Vamos mi niño, yo te acompaño. —Dijo mi noona y rápidamente negué.
— Tengo que aprender a hacerlo solo. —Y con asentimiento de cabeza me retiré en dirección al baño, pero cuando todos se voltearon corrí lo más rápido que pude en dirección al inicio del bosque que se encontraba pasando mi casa.
Mi casa era enorme, con millones de pasajes secretos que nos conducían a lugares que nadie conocía y además de eso teníamos un jardín increíblemente enorme que terminaba justo donde comenzaba el bosque, que era donde se encontraba V esperando por mí.
V es un apodo otorgado por mí, ¿la razón? Ni yo la sé, sólo sé que a partir de los 4 años lo nombré V. Realmente debo de ser un tonto porque su nombre es hermoso: Kim TaeHyung. Me sonrojé a causa de ese pensamiento, el nombre de un niño no debía parecerme hermoso. «Tonto» Me reprendí mentalmente por pensar cosas así.
Miré a V cada vez más cerca de mí, su cabello platinado (lo cual era sumamente raro para sus jóvenes 8 años) bailaba con el viento, su piel canela brillaba a causa del sol, sus ojos azules me miraba felices y su sonrisa cuadrada iluminando mi corazón. Como era común en él, vestía traje negro SIN corbata. Yo traté de regalarle una corbata roja de las tantas que tenía por nuestro primer año como amigos pero dijo que prefería no comer durante un año a usar esa "cosa", luego procedió a quemarla en mi habitación, razón por la cual estuve castigado en la habitación alta, la que se encontraba en lo más alto de nuestra enorme mansión. Tuve pesadillas durante las 7 noches que pasé en es horrible y sombría habitación.
