El admirador secreto

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Había sido un día largo en la mansión Benson, después de haber cumplido con todas sus deberes Rey fue a su habitación, al entrar cerró la puerta y dio un largo suspiro de cansancio total.

-¡Que día!- dijo Rey agotado mientras se sacaba el saco y la corbata.

Hoy sí que había terminado más cansado que otros días, es que no es fácil para él con Tino y Cato que no pueden estar un día sin romper o hacer explotar algo en la casa, Don Alfredo que todos los días le pregunta y hace sus típicos comentarios de cuando él va a animarse a declararle su amor a su hija y por ultimo Sharon que lo tenía como loco bancando a su sobrina no solo por todo Buenos Aires sino también en México. Cuando termino de cambiarse Rey se acostó en su cama podía sentir su cuerpo agotado mientras miraba el techo no podía dejar de pensar en las palabras que le había dicho hoy a la mañana Sharon cuando le dijo que por el momento que él no tenía pistas de donde podría estar Sol Benson.

-¡Eres un inútil Rey! No sabes hacer nada bien.

Al recordar esas palabras que golpeaba fuerte en su cabeza pero mucho más en su corazón, Rey podía sentía una pasada de dolor muy fuerte en su interior como si le estuvieran atravesando miles de espadas cada vez que Sharon le decía eso u otras cosas peores, a él le hería escuchar eso de ella que jamás reconocía o agradecía todo lo que hacía. Muchas veces se preguntaba para sí mismo si alguna vez Sharon cambiara y lo trataría mejor pero mucho más que eso pensaba si alguna vez ella lo amaría y serian algo más que jefa y empleado.

Rey cerro los ojos y una pequeña sonrisa se formó en su rostro al imaginarse lo lindo que sería ellos dos juntos, él quería hacerla feliz llevaba años muerto de amor por ella en secreto y lo malo es que últimamente ya no estaba pudiendo contener su lo que sentía por ella como lo hiso siempre, su corazón se ponía como loco cuando caminaba hacia donde Sharon estuviera, se quedaba perdido en sus lindos ojos verdes haciendo que se desconcentrara por completo en lo que Sharon le decía y hasta abecés tenía que inventar cualquier cosa para salir corriendo lo más rápido de ahí porque si no estaba a punto de gritarle te amo y tomarla en sus brazos y besarla. Él no sabía que más hacer su con eso, su corazón quería a toda costa confesarle todo lo que sentía por ella.

-¿Qué puedo hacer?-se preguntó Rey para sí mismo mientras habría los ojos y se daba vuelta en la cama.-¡Me gustaría confesárselo! Pero estoy seguro de que Sharon me despediría si le dijera que la ama y que quiero una relación personal con ella.-Termino de decir él con tristeza sentándose en la cama sin poder dejar de pensar en eso.

Tenía que buscar una forma de decirle a Sharon que la quería pero sin que se entere que era él, solo hasta saber si ella sentía lo mismo y hacia revelar sus sentimientos, Rey quedo pensando que hacer por un largo rato hasta que una idea se le ocurrió de repente.

-¡Podría ser su admirador secreto! Claro eso podría hacer, puedo demostrarle a Sharon todo lo que me pasa con ella, y cuando este seguro de que Sharon se enamoró ahí me le declaro y le confieso todo lo que llevo guardado por años.

Con esta idea en la cabeza Rey se levantó de lacama, y fue al su escritorio a buscar su computadora, birome y papel, no le importóque era algo tarde ya y que le dolía el cuerpo la posibilidad de que con estoSharon se enamorara de él lo hacíanolvidar de todo lo demás.    

El admirador secreto de Sharon-Soy lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora