El admirador secreto de Sharon-Soy luna

Preocupación

Ya pasaron dos semanas desde que Sharon no recibió mas regalos ni tampoco poemas de amor de su admirador secreto, pero eso no le importaba ahora a ella para nada, ahora su cabeza estaba concentrada en lo que le estaba pasando su asiste personal que últimamente estaba totalmente cambiado, Rey estaba más serio que de costumbre y también tenía un carácter muy malo con todos en la mansión incluyéndola a ella. Sharon estaba muy preocupada porque no entendía que le estaba pasando a Rey, antes siempre cuando conversaban junto él siempre le sonreía pero ahora eso ya no lo hacía ni tampoco estaban juntos como antes que él siempre estaba a su lado .

Era de noche en la mansión Sharon y Don Alfredo estaban cenando los dos juntos en el comedor, Ámbar no se encontraba cenando con ellos porque estaba en el Jam & Roller en un open Music junto con todos sus amigos. Padre e hija cenaban en completo silencio, Sharon seguía pensando en Rey y en qué hacer para que vuelva ser el de antes, Alfredo noto que ella se encontraba pensativa entonces decidido preguntarle que le pasaba.

-¡Sharon! ¿Estás bien?

-Si-respondió ella apenas mientras seguía cenando.

-No tienes que fingir conmigo hija, algo te esta pasa porque te noto muy pensativa, y además no has hablado en toda la cena-dijo Alfredo con preocupación.-¿Qué te pasa?

-Solo estaba pensando en Rey, y en lo que le puede estar pasando para estar comportándose así de raro-contesto Sharon mientras mirando a su padre con seriedad.

Al escuchar esto Don Alfredo embozo una enorme sonrisa juguetona a su hija.

-No, no es lo que vos estás pensando-aclaro ella rápidamente sabiendo lo que su padre estaría pensando.

-¡Pero yo no dije nada Sharon!-exclamo el hombre de edad con diversión.

-Sí, pero yo te conozco perfectamente, y se que ahora debes estar pensado en tu cabeza que la preocupación que yo tengo es porque siento algo por Rey-dijo la mujer de pelo rubio con molestia.-¡Como que yo no te conociera papá!-Termino de decir ella con una sonrisa mientras agarraba su vaso para tomar su jugo.

-¿Y no lo es?-inquirió el anciano de pelo blanco todavía sonriente.

-¡Por supuesto que no!-respondió ella con enojo.

Don Alfredo al ver como su hija se puso se mató de la risa haciendo que ella se molestara más, el hombre de edad continuo riéndose hasta que de repente llego Rey con unas carpetas en su mano.

-¡Sra. Sharon, Don Alfredo! Buen provecho-dijo Rey mirándolos con seriedad absoluta como lo venía haciendo desde hace dos semanas.

-¡Gracias Rey!-agradeció Sharon mientras le daba una linda sonrisa que en secreto ella esperaba que su asistente personal se la devolviera pero no paso.- ¿Necesitabas algo?-Termino de decir ella borrando su sonrisa de su rostro.

-Solo vengo a entregarle la carpeta con todos los rendimientos de todas sus propiedades, ya termine de acomodarlas como me ordeno-explico él mientras se acercaba un poco y le entregaba la carpeta a su jefa.

-¡Muy bien!-contesto ella tomando la carpeta y dejándola a su lado de la mesa para después guardarlo.

-¡Era solo eso compromiso! Los dejo que terminen de cenar en paz.

Sharon al principio iba a dejar que se fuera y no iba a preguntarle nada, que solucionara solo lo que le estuviera pasando se digo para sí misma, pero no pudo hacerlo porque ella estaba muy preocupada por él.

-¡Espera Rey!

Èl se detuvo de golpe y se dio la vuelta para ver lo que ella quería.

-¡Si Miss Benson! ¿Quiere algo?

-Yo solo...bueno me gustaría saber si algo malo te está pasando a ti, has estado dos semanas actuando muy diferente al que siempre fuste-dijo Sharon un poco nerviosa.

-No, no me está pasando nada Miss Benson, estoy más que bien-estableció Rey mirándola fijamente sin demostrar ninguna emoción.-¡Ahora si compermiso!-Termino de decir él marchándose rápidamente de ahí dejando a padre e hija solo en el comedor.

Alfredo se quedó mirando al hombre de traje negro tratando de entender que le pasaba, luego miro a su hija que también quedo mirando hacia la dirección donde Rey se había ido.

-¡Es mentira que no le pasa nada!-comento el hombre de pelo blanco todavía mirando a Sharon.

La mujer de pelo rubio solo asintió con tristeza, mientras agachaba la cabeza y movía con su tenedor lo que le queda de la comida de su plato.

-No te pongas mal Sharon-dijo su padre tratando de animarla.

-¡Y cómo quieres que me ponga papá! A Rey le pasa algo y no sé qué es-contesto ella mirándolo muy enojada.

-Tal vez Rey solo está cansado y por eso esta así, cuando uno trabaja mucho se cansa y se estresa, yo creo que deberías darle un día libre a Rey para que pueda descansar bien-sugirió Alfredo terminando de tomar su jugo.-¡Puedes ser que este cansado por todo el trabajo que tiene, y que para!

-Sí, creo que tienes razón con eso papá, Rey trabaja mucho y puede estar agotado por eso-asintió Sharon a lo que padre decía, tenía que ser eso porque si no que podría ser.

-¡Y lo otro deberías hacer es tratarlo un poco mejor Sharon! Por qué en varias ocasiones o mejor dicho siempre lo estás regañado muy feo, y Rey hace todo lo puede para que las cosas en la mansión estén bien para ti-dijo Alfredo mientras se levantaba de la mesa y la miraba.-¡Piénsalo hija!-Termino de decir su padre para después ir a buscar a Tino y Cato para seguir jugando a las naipes.

Sharon se quedó sola en el comedor pensando en lo que su padre le había acabado de decir, entonces mientras terminaba de tomar su jugo ella sigue pensando y decide que mañana Rey tendrá su día libre para que él pueda descansar de todo el trabajo que tiene aquí en la mansión, de seguro que debe de estar muy estresado y por eso estaba de mal humor además que desde ya no es fácil tener que cumplir su trabajo de asistente personal y sobre todo eso tenía la investigación de donde estaría su sobrina Sol Benson. También el pobre Rey tenía que aguantarla a ella que cada vez que se ponía loca hacia que se pusiera más mala, ella tiene un carácter muy fuerte lo reconoce y en muchas ocasiones le ha dicho cosas que no se merecía que le digiera.

Cuando Sharon terminó de cenar llamo Amanda para que gustara las cosas de la mesa, luego ella fue para la sala a buscar un libro que leer mientras seguía pensando en Rey.

-¡Comenzare a tratarlo mejor de ahora en más!-pensó para si Sharon mientras tomaba uno de los libros y se iba para su cuarto.