Preparativos para la fiesta

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Los días pasaron y en la mansión Benson se estaba a mil con los preparativos para la fiesta de cumpleaños de Sharon, ella no quería hacer ni una fiesta ni nada de eso pero su padre le incito un montón de veces hasta que ella no tuvo más remedio que aceptarlo, en ese momento Don Alfredo andaba caminando por la casa en búsqueda de Rey después de un buen rato lo encontró justo el hombre de pelo negro salía de su habitación de haber ido a buscar su billetera que se la había olvidado en su mesita de luz.

-¡Rey!

-¡Don Alfredo! ¿Necesita algo?-pregunto él mientras cerraba la puerta de su cuarto.

-Sí, te estaba buscando por todos lados para pedirte que me ayudes con lo de la organización de la fiesta de cumpleaños mi hija-respondió el hombre de pelo blanco con una sonrisa.

-¡Por supuesto! Me encantaría ayudarlo con lo de la fiesta de la Sra. Sharon-dijo Rey con una sonrisa.

-Podes llamarla por su nombre Rey, no es necesario que siempre seas tan formal-contesto Don Alfredo mientras apagaba su tabled para después volver a mirarlo.

-Si no se olvida estoy en el trabajo Sr. Alfredo, y además entre nosotros no hay nada más para que yo la llame de otra forma-indico Rey algo nervioso de hablar de lo sentía por Sharon justamente con su padre.

Alfredo al notar como se ponía Rey de nervioso cuando hablaba de su hija le dio gracias, y no pudo contener tirarse una pequeña carcajada.

-¡Tranquilo hombre! Tampoco es para que te pongas así -estableció el hombre de edad con una sonrisa más grandes.-¡Así te vas a poner cuando la invites a bailar.

-¿Yo?

-¡No uno de los arbustos del jardín, pero claro que vos Rey!

-No, yo no puedo invitarla-declaro el hombre de pelo negro con nerviosismo.

-¿Por qué no?-pregunto Alfredo sorprendido por su respuesta.- ¿No me digas que no sabes bailar?-Termino de pregunta el hombre de pelo blanco con una divertida sonrisa.

-Si se bailar-contesto Rey con seriedad mientras se cruzaba de brazos.

-¿Y entonces?

-Es que no estoy seguro de que ella quiera ponerse a bailar con un empleado, y si yo voy y la invito y Sharon me rechaza enfrente de todos yo...no quiero hacer el ridículo en la fiesta.

-¡Eso no te va a pasar Rey! Vos quédate tranquilo y créeme a mí que estoy cien por ciento seguro de que mi hija no se va a negar a bailar con vos-asintió Alfredo mirando a Rey dándole confianza de que nada de lo que èl pensaba de hacer el ridículo iba a pasar.

-¡Me gustaría creerle!

Alfredo volvió a reírse mientras le daba un golpecito en el hombro a Rey para animarlo un poco, luego los dos se fueron caminando a la par hablando de los preparativos de la fiesta, de Sharon porque Don Alfredo iba a ser de todo para que Rey estuviera con su hija. En la sala Sharon estaba sentada en el sofá leyendo un libro cuando Ámbar llego del colegio.

-¡Hola madrina!

-¡Hola Ámbar! ¿Qué tal el colegio?-pregunto Sharon mientras observaba a su ahijada sentándose a su lado.

-¡Todo bien como siempre! Saque un diez en el examen de matemáticas-conto la chica de pelo rubio con una sonrisa sabiendo lo contenta que se ponía su madrina cuando sacaba altas notas que eso era siempre.

-¡Te felicito Ámbar! Me gusta que siempre seas la mejor, especialmente en tus estudio que es lo más importante-anuncio la mujer de pelo rubio con una sonrisa mientras miraba a su ahijada, para después seguir con su lectura.

El admirador secreto de Sharon-Soy lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora