Enfrentamiento

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A pasado una semana desde que Rey comenzó a mandarle regalos a Sharon anónimamente como su admirador secreto, él se encontraba sentado en el sofá de la sala revisando archivos de las hijas de las antiguas familias que vivieron antes en la mansión de Cancún tratando de encontrar que alguna de las niñas con sida con la descripción de Sol Benson, en ese momento él se encontraba solo dentro de la mansión porque Sharon había salido un rato de compras, Don Alfredo estaba en el jardín jugando a las cartas con Tino y Cato y Amanda había salido hacer las compras con Mónica y Miguel. Rey ahora estaba muy concentrado con los archivos tenía que encontrar a Sol para demostrarle a Sharon que él no era un inútil al menos estaba solo y podía buscar más tranquilo, pero para su suerte llego Ámbar que al verlo no dudo en molestarlo.

-¡Rey!

-¡Ahí no ella no!-pensó él para con molestia, odiaba a la adolecente de pelo rubio que siempre buscaba forma de hacerlo enojar y además de que ella hacia varios comentarios negativos sobre su trabajo en la mansión para que Sharon lo echara.-¡Señorita Ámbar! ¿Qué necesita?-Termino de preguntar Rey mirando a la chica.

-Yo nada solo venía a ver como estaba-contesto la adolecente con una sonrisa.

-¡Que raro que usted se preocupe por mí!-exclamo él mirándola con seriedad.

-¿Por qué dices eso Rey?-pregunto Ámbar fingiendo estar sorprendida.

-Por nada, es que usted sería la última persona en esta casa que se molestaría por saber cómo estoy-respondió Rey mientras dejaba la carpeta que estaba mirando en la mesita que estaba enfrente de èl.

-¡Por favor Rey me ofenden tus palabras! Tu sabes que en esta casa después de mi madrina y mi abuelo seguís vos.

-¡Claro!

-¿No me crees?

-¡Para serte sincero no!-contesto Rey con una sonrisa.

-Qué pena que no piensas eso de mí, yo soy una chica muy buena asi que no entiendo porque pensarías eso tú de mi-dijo Ámbar mirándolo aparentando estar ofendida.

-¡Haber déjame pensar un poco porque será! A si porque siempre que tienes la oportunidad de molestarme lo haces, y tal vez porque siempre estas haciéndole comentarios a la Sra. Sharon para echarme de la mansión-respondió él mientras buscaba otra carpeta que revisar.

-¿Yo hice todo eso?

Rey levanto su cabeza y volvió a mirar a la joven con seriedad.

-¡Esta bien si lo hice!-afirmo Ámbar sonriente.- ¡Yo pensó que tú ya deberías haber sido despedido hace mucho tiempo de esta casa!

-Que lastima que su deseo no se hace realidad porque la que decide si yo me voy o me quedo trabajando en la mansión es su madrina, y no una mocosa como lo es usted-exclamo Rey mirándola con una sonrisa.

-¡Una mocosa!-repitió la chica de pelo rubio si contener la risa.-Si tienes toda la razón Rey en lo decís que yo no puedo echarte de aquí porque eso solo lo decide mi madrina, pero como estoy viendo que últimamente tu trabajo en la casa está bajando ella no dudara en despedirte.-Termino de decir la adolecente con una enorme sonrisa al pensar en eso.

-¡Eso te haría muy feliz!-dijo el hombre de pelo negro mientras se cruzaba de brazos sin dejar de ver a la ahijada de su amada.

-¡Muchísimo!

-Pues yo solo te dijo que yo no me voy de la mansión todavía, así que lamentablemente Ámbar pero vas a soñar con eso un tiempo o años más.

-Yo no festejaría mucho Rey, yo me voy a encargar de que mi madrina te despida así que si yo fuera tu no me buscarías-aclaro la chica con seriedad cruzándose también de brazos mirándolo desafiantemente.

Al oír esto Rey se rio.

-¡A mí las amenas de niñitas malcriadas no me dan miedo! Especialmente de las que se creen que son el centro de la tierra.

Ámbar al escuchar esto del asistente de su madrina sonrió de repente pensando en el día en que él se fuera de la casa.

-¡Mejor sigue trabajando Rey o mi madrina se enojara contigo cuando vuelva!-dijo la adolescente con simpatía para luego irse para la cocina.

Rey se quedó mirando con enojo como Ámbar se marchaba para la cocina, él podía sentir una gran rabia al tener que soportar los capricho de ella además de que lo odiaba y estaba dispuesta a todo por conseguir que él sea despedido, dejo de pensar en ella y volvió a continuar con lo que estaba haciendo. Él tomo otra carpeta y siguió con la búsqueda de la sobrina de Sharon 

El admirador secreto de Sharon-Soy lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora