El admirador secreto de Sharon-Soy luna

Corazón roto

En el jardín Sharon estaba regando sus flores cuando llego su padre.

-¡Hola hija!-saludo Alfredo con una gran sonrisa.

-¡Hola papá!-respondí Sharon sin mirarlo.

Él hombre de edad miro a su hija todavía sonriendo y su sonrisa se hiso más grande al pensar en lo que estaba por decir ahora.

-¡Es un terco!

-¿Quién papá?-pregunto Sharon mirándolo con curiosidad.

-¡Rey!-contesto Alfredo con seriedad mirándola.

-¿Y porque decís eso?

-No puedo convencerlo de que te confiese todo lo que siente por ti, mira que lo intento pero no logro nada, él simplemente me lo niega.

-¡Papá podes terminar con eso! Ya te he dicho muchas veces que entre nosotros no pasa nada-dijo Sharon con molestia de que siempre él estuviera diciendo que había algo más entre Rey y ella.

Justo en ese momento pasaba Rey por el jardín y al oír la voz de Don Alfredo y Sharon hablando se encendido detrás de una de las columnas y escucho su conversación.

-Bueno pero Rey si siente cosas por vos o que no te das cuenta de todas sus acciones, de la forma en cómo te mira hija, él está enamorada de vos-dijo Alfredo mirando a su hija fijamente con una sonrisa.

Sharon al escuchar eso se comenzó a reír.

-¡Ahí papá que cosas decís!-contesto Sharon con diversión mirando a su padre.

-¡Es la verdad! ¿Decime la verdad a vos de verdad no te pasa nada con Rey?

-¡Pero como se te ocurre pensar que yo podría sentir algo por él! Estás loco, yo y un empleado eso jamás pasaría así que sácate esa novela de amor de tu cabeza-grito la mujer de pelo rubio con enojo.

Al oír esto Rey sintió su corazón romperse en mil pesados como si tirara algo de vidrio al piso y este se rompiera totalmente así se sentía, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras apoyaba su cabeza contra la columna sintiéndose horriblemente mal al escuchar al escuchar esa palabras de la boca de Sharon especialmente de ella que era la mujer que él mas amaba, Rey se limpió las lágrimas de su rostro y salió corriendo para entrar a la mansión ya no quería seguir oyendo nada más.

Sin saber que Rey los había oído y que quedo completamente destrozado, Don Alfredo y Sharon seguían su conversación.

-Yo creo que nunca deberías decir eso hija, el amor es un sentimiento hermoso que no se puede controlar y tampoco decidir de quien te vas a enamorar, aparecen y ya, vos ahora me podes decir que no sentís nada por Rey pero quien sabe más adelante puedes que tengas sentimiento por él que nunca sentiste antes ni siquiera por el mismo Bernie-exclamo el hombre de edad mientras se sentaba en la silla.

-Bueno pues yo creo que eso que decís no es para nada cierto.

-Es verdadero y a mí me parece lindo que tengas a un hombre enamorado de ti y que mejor que Rey, él hombre bueno, siembre se preocupa por ti y está contigo en todo momento, además de que es apuesto, inteligente y sobre todo eso Sharon él te ama.

-¡Hasta cuando con eso! No podes entender que Rey es solo un empleado y nada más, y te aclaro que él está conmigo no por todo lo que decís sino porque trabaja para mí como mi hiciste personal-respondió su hija con fastidio, le irritaba que su padre siempre viera cosas donde no las hay.

-¡Sera solo por eso!-exclamo Alfredo con una sonrisa pícara.

-¿Qué quieres decir con eso?-pregunto Sharon con seriedad.

-Nada, solo dijo que tendrías que darte un poco de cuenta de algunas cosas que pasan a tu alrededor hija-contesto el hombre de pelo blanco muy sonriente al decirle esto.

-¡Podes explicarte mejor!-dijo ella mirándolo con molestia.

-¿Por qué piensas vos que Rey estaría a tu lado?

-Porque es mi empleado obviamente, Rey es mi asistente personal.

Alfredo se tiro una gran carcajada al escuchar eso de Sharon, era claro que era tan cerrada que no se daba cuenta del gran motivo por el cual Rey estaba a su lado soportando muchas cosas especialmente el mal carácter de su hija.

-¡Porque uno por amor soporta muchas cosas solo para que la persona que más ama sea feliz aunque duela ver que jamás estará a su lado!

Sharon se quedó mirando a su padre sorprendida por sus palabras.

-¡Piénsalo hija!-dijo Alfredo mirándola con una pequeña sonrisa para después levantarse de la silla y entrar a la casa a buscar algo de comer.

La mujer de pelo rubio miro a su padre marcharse sin decirle nada más y solo volvió a regar sus flores, pensando lo que su padre le dijo ates de irse.

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En la casa Rey llego a su habitación cerró la puerta de un golpe mientras todavía tenía los ojos llenos de lágrimas, luego él camino hacia su escrito donde tenía algunas ojos, libros y otras cosas que rápidamente comenzó a tirar todo eso al pisos de lo enojado que estaba.

-¡Por que, por que, por que!-repetía Rey mientras seguía arrogando todo al piso.-¡Por que no puedo ser algo más que un empleado! Porque, por qué.

Rey continuo tirando todo al piso completamente todo lo que estaba en su escritorio, cuando ya no había nada más se sentó en la cama rendido por el casación y el dolor que sentía.

-¡Por que no puede amarme! Darme al menos una sola oportunidad para demostrarle que yo la puedo hacer feliz, pero claro yo no soy Bernie Benson entonces no existo su corazón-dijo Rey llorando de dolor.-De que me sirve ser su admirador secreto si ella no me quiere, aunque dentro de mi había ilusiones que solo fueron eso ilusiones porque a Sharon le gusta tener un admirador secreto pero que sea cualquier hombre menos yo.

Él se acostó en la todavía llorando sintiendo lo pesado de su corazón lastimado, es que duele cuando la personas que quieres y la única que te importa de verdad te rompe tu corazón en mil pedazos sin que ella lo sepa eso es  más doloroso todavía.