Al otro día Sharon se levantó muy temprano como era costumbre en ella, la mujer de pelo rubio se cambió la ropa y lo único que le faltaba hacer era su peinado habitual de todos los días, mientras se lo hacia ella se ponía a pensar en hoy que era su cumpleaños. Todos los años en esta fecha cuando era su cumpleaños ella recordar a su madre, una sonrisa apareció en el rostro de Sharon al recodarla y al pensar en cuanto le hubiera gustado tenerla aquí a su lado pero lamentablemente su madre murió falleció muy joven, la mujer de pelo rubio decidió dejar de ponerse a pensar en su mamá porque no quería ponerse triste y melancólica, termino de hacerse su peinado y para luego salir de su habitación para bajar a desayunar.
Mientras ella hacia eso Rey estaba en su cuarto ya despierto terminado de prepararse para ir a trabajar, él se estaba colocando la corbata mientras una sonrisa apareciera en su rostro al ponerse a pensar en la mujer que más amaba en este mundo, la cual lo tenía completamente enamorado que con tal solo mirarlo con esos ojos verdes preciosos que ella tenía provocaba que su corazón explotara de la emoción, y esa mujer bella no era otra que Sharon.
-¡Hoy es tu cumpleaños mi amor!-dijo Rey con una linda sonrisa mientras se terminaba de ajustar la corbata.-¡Are todo lo posible para que tu día especial se perfecto Sharon! Así como lo eres tu.-Termino de decir él en lo que se terminaba de colocarse su traje, y después salió de su cuarto a comenzar su día de trabajo.
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Sharon estaba ya se encontraba desayunando cuando Ámbar llego al comedor que rápidamente al verla embozo una enorme sonrisa, la chica de pelo rubio se encontraba súper feliz por dos razones una de ella porque era el cumpleaños de su madrina una de las personas importantes en su vida, y la otra porque al fin tenía la prueba que necesitaba para hacer echar a Rey de una vez por todas de la mansión de una vez por todas.
-¡Buenos días madrina! Y feliz cumpleaños-dijo Ámbar con una gran sonrisa mientras entraba al comedor y abrazaba a Sharon con cariño.
-¡Gracias Ámbar!-contesto ella sonriente respondiendo al abrazo de su ahijada.
-¿Cómo amaneciste?-pregunto la chica mirándola mientras se sentaba en frente de ella.
-¡Bien! ¿Y tú?
-Yo amanecí excelente, y con muchas ganas de celebrar tu cumpleaños madrina.
Sharon solo sonrío y continuo desayunando, y en eso llego su padre bailando con alegría, Don Alfredo se sentía súper contento porque hoy era el cumpleaños de su hija y al fin después de mucho tiempo lo pasarían juntos en familia, al entrar al comedor la sonrisa de su rostro se hiso mayor cuando vio a pequeña bueno aunque ya no era una niña pero para él siempre sería una de sus dos princesitas.
-¡Buenos días!-exclamo Alfredo entrado al comedor sin dejar de sonreír.-¿Cómo está la cumpleañera?-Termino de preguntar el hombre de edad caminando hacia donde estaba su hija.
-¡Buenos días papá! Estoy muy bien.
-¡Feliz cumpleaños hija!- anuncio él con alegría mientras la abrazaba con fuerza.-¡No sabes lo contento que estoy de estar aquí contigo! Y de poder volver a celebrar tu cumpleaños junto como era en los viejos tiempos.-Termino de decir Alfredo con lágrimas de emoción en su rostro por esta compartiendo este momento con ella.
-¡Yo también estoy contenta de que estés aquí!- susurro Sharon mientras cerrando los ojos, y respondía el abrazo a su padre.
Mientras padre e hija continuaban abrazados en eso llega Rey que al entrar al comedor y ver a Sharon junto con su padre muy contestos embozo una sonrisa de alegría, se sentía feliz de ver como su relación de padre e hija se iba arreglado poco a poco después de tantos años en los que estuvieron distantes, también se sentía emocionado de ver a su amada viviendo estos momentos buenos porque siempre recordó lo que ella le reprochaba a su padre de que jamás estuvo cuando lo necesito. Pero ahora eso estaba cambiando y ahora se lo podía ver incluso más unido que antes cuando el anciano llego a la casa pero de vez en cuando Sharon lo reprochaba por algunos de los comentarios que Don Alfredo no puede dejar pasar, a Rey no le gustaba tener que cortar tan linda escena pero él también quería decirle a su reina feliz cumpleaños
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El admirador secreto de Sharon-Soy luna
RomansaRey quiere confesarle a Sharon todo lo que siente por ella pero tiene miedo que al hacerlo Sharon lo despida, por eso él decide hacerse pasar por un admirador secreto para poder ver si puede o no declararle su amor a su jefa.