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-Para mí hay que desentallarle un poco menos la cintura- le dijo Nina. Celia observó a Ben, quien una vez más estaba parado sobre la tarima de la sala de vestuario.
Era temprano en la mañana. Los dos jóvenes estaban algo dormidos aún, mientras que la diseñadora estaba con todas las pilas. Como para no estarlo: para la tarde había que tener todo preparado ya que se iba a hacer el primer ensayo general del Live Aid.
-A ver, dejame ver la foto- le respondió. Nina le alcanzó el Ipad donde tenían las fotografías originales de la banda y en base a las cuales habían estado detallando los vestuarios.
Ambas mujeres prestaron toda su atención a la pantalla, susurrando entre ellas sus opiniones sobre que debían hacer. La voz del inglés las volvió a la realidad. -¿Puedo bajar los brazos ya?- dijo, con algo de fastidio. -Sí, por supuesto- respondió Celia de inmediato.
Por la puerta, se asomó un hombre vestido de negro y con grande auriculares en la cabeza. -Disculpen- dijo sin soltar el picaporte- Ben, te buscan en maquillaje- se dirigió hacía el rubio, quien asintió en respuesta. -Solo un momento más, señor Hardy- Celia se acercó a él y apoyó las manos en la cintura del hombre. Ben abrió los ojos sorprendido y Nina rió en silencio ante la expresión. Celia era una señora algo peculiar. -Entonces, Nina ¿menos cintura?- le habló ahora a su aprendiz.
-Sí- afirmó con decisión- quizás hasta se podría dejar un poco mas suelta la sisa- agregó, siendo ella quien ahora tenía las manos sobre la camisa. Nina no pudo evitar ruborizarse un poco al sentir, sin querer, el cuerpo trabajado del actor. Ben la miró con una media sonrisa, haciendo que ella lo suelte rápidamente.
-Concuerdo, hasta tendría mayor soltura para tocar la batería. - respondió Celia, quien dio un paso atrás pero no soltaba al joven- yo me encargaré de ello. Vos te podes ocupar de acomodar los trajes de los extras, que ya están listos.
La muchacha asintió. Mientras anotaba todo en su libreta, Ben caminó hacia atrás de un perchero para sacarse la camisa y ponerse una remera. Una vez que Celia se fue con la prenda en la mano hacia dios-sabe-donde, los dos jóvenes quedaron solos.
-¿Estaría loco si dijera que esa mujer me pone incómodo?- le dijo, con intenciones de comenzar una conversación. Nina rió. -No te culpo, a mi también me dio un poco de vergüenza ajena cuando te tocó la cintura- coincidió, sentándose en una de las sillas y observando su agenda. -Vos no te quedaste atrás-respondió él, apoyándose ligeramente en la mesa que estaba frente a ellos y mirándola- apuesto a que armaste todo esto para poder tocarme- la voz era irónica, pero Nina sabía que el inglés lo decía con cierto grado de verdad. -Ya quisieras, Hardy- la muchacha revoleó los ojos sin levantar la cabeza. Había algo de aquel episodio que le daba un poco de vergüenza.
Ben esperó que ella diga algo más, pero se encontró con un silencio absoluto. -Entonces, Romano, ¿cómo sigue esto?- preguntó con algo de aburrimiento. -Después de maquillaje vení para acá, el vestuario ya va a estar listo- respondió ella, mas seca que antes.
El inglés se limitó a asentir y sin decir más, se retiró. Aunque prácticamente compartieran edad, Nina podía ser tan arisca y mala onda a veces...
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Luego del pequeño break para el almuerzo, la cosa se puso mas tensa. En tan solo una hora sería el ensayo general. Si todo salía bien, al día siguiente comenzaría la filmación de una vez por todas. Los extras corrían de acá para allá y todo estaba siendo acomodado para la escena.
Tal como se le había dicho, Ben entró al vestuario luego de pasar por maquillaje, donde ya había sido caracterizado como Roger. Abrió la puerta de manera explosiva y haciendo una pose graciosa, aunque la muchacha ni se dio por enterada.
Nina estaba tirada en el piso, concentrada en terminar el dobladillo del pantalón de uno de los extras. Su pelo estaba atado en una muy despeinada cola de caballo y su pantalón holgado estaba manchado por el polvo del suelo.
El británico se paró al lado de ella y carraspeó para llamar su atención. -Ah, Ben, dame un segundo, ya estoy con vos- le dijo, sin levantar la cabeza. Él soltó un leve suspiro, necesitaba que lo viera.
Volvió a toser, esta vez un poco mas fuerte y de manera exagerada. Nina giró la cabeza expresando bastante molestia. -Hardy, un minuto por fav...- comenzó a decir, hasta que lo vio claramente y quedó absorta en lo que estaba frente a sus ojos.
Casi que no era Ben a quien estaba viendo. La peluca rubia larga, el maquillaje que afilaba su cara y resaltaba sus ojos claros y sus labios ligeramente rosados, le hacían justicia. Todo le hacía justicia. -Mierda...- fue lo único que pudo esbozar en un susurro, mientras se levantaba lentamente. -Cuidado Nina, se está cayendo la baba- bromeó él con una sonrisa canchera.
La muchacha inconscientemente se pasó la mano por la boca hasta que cayó en el chiste, lo que provocó la risa del inglés. -Tu vestuario está listo- le dijo, tratando de mantener la seriedad pero siendo incapaz de sacarse los ojos de encima. -¿Está Celia acá?- preguntó él. Ella negó con la cabeza, mientras tomaba la camisa de una percha.
Sin darle muchas vueltas, Ben se sacó su remera, con cuidado de no arruinar el maquillaje y la peluca. Al percatarse de esto, la cabeza de Nina estaba dando vueltas. El inglés tenía un cuerpo perfecto, totalmente trabajado. Ella se acercó por detrás y con cuidado lo ayudo a ponerse la camisa. Luego, se paró en frente de él. Lentamente, comenzó a prender los botones, uno por uno. Intentaba pensar en cubos de hielo y no mirar hacia lo que tenía junto a ella, pero decir que se le estaba complicando era poco. Sentía la respiración de Ben justo sobre su frente, ya que él era un poco mas alto. Así como podía percibir que sus ojos verdes la estaban mirando.
Al terminar, dio un paso atrás. Ben tenía pegada en su cara su distintiva media sonrisa. -¿No pretenderás que te ponga el pantalón también, no?- le dijo, aunque se muriera de ganas de hacerlo. El inglés solo rió.
Una vez puesto todo el vestuario, el británico salió de atrás de los vestidores como toda una estrella de rock, incluyendo los lentes de sol y todo. -¿Vas a seguir diciendo que no puedo ser Roger Taylor?- comentó con cara graciosa. -Quedan diez días todavía, Hardy, no te confíes- respondió ella. Intentaba estar seria pero las sonrisas se le escapaban. -Anda pensando como te vas a disculpar- respondió él, caminando para atrás en dirección a la puerta y tirandole un beso irónico.
Nina se quedó quieta, volviendo sobre lo que recién había pasado. El desafío se había esfumado, solo una cosa había ocupado su mente: Ben Hardy como Roger Taylor estaba mas fuerte que cualquier otra cosa en este mundo.
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tengo un arte para hacer que los capítulos me queden eternos, lpm
