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| lado b
Nina bajó corriendo del auto.
No estaba segura de cómo lo había logrado, pero con un par de llamadas había conseguido que uno de los empleados del set le devuelva un par de favores y le permita la entrada al lugar de filmación.
El estudio con la recreación de la granja se encontraba a un par de horas de Londres, alejado de la ciudad.
-¿Estamos a mano, Nina?- le dijo el chico de iluminación. -Totalmente, gracias- respondió ella cerrando la puerta.
Vio su reflejo en la ventanilla y no pudo evitar sentirse un poco avergonzada: se le notaban las ojeras y tenía el pelo algo parado. Lo único que safaba era el jean y el buzo que había elegido usar.
Caminó rápidamente, aunque en soledad, hacia la parte de los trailers.
Todavía era temprano. La muchacha se había pasado la noche pensando qué hacer hasta que se había decidido a ir. Porque ya fue, se la tenía que jugar.
Se topó con el camerino de maquillaje y no dudó en entrar. El corazón le dió un respiro cuando vio que solo estaban un par de empleados con Úrsula y Joe.
-Dios, menos mal que son ustedes- habló, acercándose a ellos.
Joe y Úrsula giraron totalmente atónitos al reconocer su voz. -Ok...eso sí fue rápido- exclamó el americano- Está en su camerino ¡anda, dale!- agregó, haciéndole una seña con la mano para que se vaya .
-Pe-pero ¿no está Tess con él?- preguntó Nina mientras era empujada hacia la salida. -Por eso tenés que correr más rápido- le respondió.
Nina notó que Úrsula le pegó un ligero codazo al americano pero su mente estaba muy ocupada para darle importancia.
Se apresuró, entonces, hasta la puerta con el distintivo "Ben Hardy" y se asomó a través de ella, solo para darse cuenta que ni siquiera había golpeado antes.
El pánico fue sustituido por el alivio y un poco la decepción de que no hubiese nadie.
Aunque el corazón amenazó con salirse del pecho cuando escuchó el ruido de la ducha.
Ben abrió la puerta del baño y salió del mismo en pantalones, con su torso totalmente desnudo.
La castaña se quedó petrificada, aún con mitad del cuerpo afuera de la sala, mirándolo atentamente.
Cómo para no babearse con ese cuerpo...
El británico sintió el frío que entraba y dió una saltó al notar que la puerta estaba siendo intercedida.
-¡¿Nina?! ¿Qué haces acá?- preguntó, sorprendido. -¡Ben! Hola...eh...¿evitando que te enamores de Tess?- respondió, con una pequeña risa para disipar la tensión.
