Cristián Grey cansado de la rutina de su empresa y la constante presión de sus padres por conseguir una pareja, sale a dar una vuelta en su auto cuando pasa frente a un salón de baile, con el cual se a cruzado algunas veces. Pero lo que llama su ate...
Ana consiguiendo lo que quería. A Cristian bailando en el concurso, que por cierto, ganaron.
Su relación fue haciéndose cada vez más real después de aquella noche en el salón. Y sobre todo las noches de pasion eran experiencias cada vez más exitantes para ambos todo estaba de maravilla pero...
Ana P.O.V.
— ¡NO, NO, NO! ¡Mi salón! — Caigo de rodillas mientras veo como mi trabajo, el trabajo de mis padres cae en cenizas. Mi corazón de comprime y agita, mis lágrimas caen al suelo mientras mi trabajo, mi sueño arde en llamas. Siento un dolor punzante en mi estómago y unos brazos fuertes me sostienen e intentan levantarme. Ni siquiera miro ya que conozco perfectamente ese abrazo. Cristian me abraza fuertemente mientras en sus pupilas se refleja las llamas del edificio que arden potentes.
— ¿Quien pudo haber hecho algo tan cruel? — Digo ya que había descaradas señas de que el fuego fue provocado.
— Lamentablemente creo saber quién. — Contesta el.
Lo miro atónita ya que no me esperaba esa respuesta. Cristian, me debes muchas explicaciones.
Hola perdón, por la ausencia y perdón por el pequeño texto después de tan larga ausencia.
Es que no pude, más bien dicho, no tenía ideas para esta historia. Pero ya comenzarémos a desenredar los misterios.
Los invito a conocer más de mis historias sigueme y conose a Catherine, una chica enamorada de un Dios griego.
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O conose a Camila cuya historia de fantacia apenas comienza.
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