¿Baila Sr Grey?

Capituló 4

Hola mis nenas bonitas.
Solo paso para saludarles.
Y bien ¿en que nos habíamos quedado?
¡A si!

Esto se pondrá interesante...

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La vida es un baile de cual solo tienes que saber los pasos.

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Voy conduciendo algo atareado, en realidad no tengo rumbo fijo, solo salgo y entro de calles y calles que asta este momento ya no recosco muy bien. - Gracias al cielo existen los gps para trazar mi camino de vuelta a casa. - Solo me dedico a manejar ya que quiero despejarme un poco, esta ultima semana ha sido un sube y baja tanto emocional como laboral. - Sin contar que mañana en la mañana viajare a España junto con a Anastasia. - Mis padres han vuelto con la cantaleta de siempre.

- Cristián debes de sentar cabeza, ya es hora que busques una buena esposa que este a tu lado. - ¡Que acaso de verdad es necesario eso! Bueno ¿y si yo no quiero casarme? ¿Acaso eso esta mal? Me gusta mi vida tal cual es y sin necesidad de una mujer a mi lado - Claro, cuando puedes tener muchas. - Esta vez concuerdo con mi subconsciente. Para que conformarme con una sola mujer.
Después el chantaje de mamá.

- ¿Acaso piensas dejar morir a tu madre sin permitirle conocer un hijo tuyo? - Ok eso me puede, no me imagino la vida sin mi madre, a pesar de que me adopto ella siempre me a apoyado y dado todo el amor que una madre es capás de dar.

Para terminar esta semana de perros un gran oportunidad de negocios se vino abajo todo por una niña caprochosa hija de uno de los socios con el que haríamos el trato.
Todo esto dando vueltas en mi cabeza y casi choco contra un auto que cruzaba ya que no puse atención y me pase un alto, así que avanzó un par de calles y me orilló, poso mi cabeza en el volante y me quedo inmóvil por no se cuanto tiempo.
Cunado una música como de ritmo latina me llama la atención, me incorporo y busco de que edificio viene esa música.
Mi sorpresa es grande cuando logro encontrar el edificio y justo lo veo en el momento donde la señorita Steele va entrando se ve realmente hermosa con esa falda corta negra con vuelo, perfecta para lucirse en los giros, zapatillas y un suéter tipo torero blanco la cubre impidiendome ver su
Blusa, aunque imagino que sera blanca igual.

A mi mente llega la noche que nos quedamos atrapados en el elevador.
Eso fue lo único digno de recordar .
Su cercanía, su quietud, su temor, lucia indefensa, temerosa, nada que ver con la chica que solía retarme en mi oficina.
Ese extraño momento entre nosotros, tal vez fue el encierro, tal vez fue su perfume, tal vez fueron sus llamativos labios.
Pero en ese instante una corriente atravesó mi cuerpo todas mis terminaciones solo me pedían una cosa.
Unir mis labios a los suyos .

Después de que ella paso su lengua delicadamente por sus labios mordió su labio inferior - como tantas beses la había visto hacerlo y me imaginaba mordiéndole ese labio - y no necesite mas con mi pulgar libere su labio de entre sus dientes y su respiración se acelero igual que la mía, sin poder controlarme mas me acerqué y uní mis labios a los suyos fue suave, quería conocer su reacción antes que nada, pero ella no se movió y justo cuando estaba por apartarme y disculparme por mi arrebató ella abrió sus labios y recibió mi beso y este se hizo intenso en cuestión de microsegundos metí mi lengua dentro de su boca y ella la recibió la abrase con más fuerza y la pegue aun mas a mi la bese con vehemencia, sentí su calor, el sabor de su boca, fresca dulce, le mordí ese labio que me moría por morder y saboree cada segundo de ella, no se como termine acorralandola contra una esquina fue algo espontáneo y placentero que si la luz no hubiese vuelto hubiese llegado mas lejos tal vez.

Después de eso ambos nos disculpamos - No se por que, porque todo fue bastante satisfactorio - y ella no me a mirado a los ojos desde entonces, no parecía la chica alegre y vivaz que me sacaba de quicio, se veía sumisa, callada, obediente, pero eso no era lo que me atrajo de ella.

Pero hoy la veo ahí en la puerta de aquel viejo edificio riendo divertida con otra chica justo antes de subir unas escaleras.
Me imagino que abra una fiesta o algo así ahí dentro.
Enciendo el motor del auto y me dispongo a irme pero la curiosidad me esta matando lo apago bajo y me dispongo a entrar al edificio.

Llego a la entrada y subo las escaleras lentamente, conforme avanzó la música se hace mas pronunciada.
Finalmente llego a una especie de recepción ahí encuentro a una mujer de unos cuarenta y tantos no se exactamente.

- Buenas noches joven. ¿Puedo ayudarle?

- Mmmm... - No tengo ni puta idea de que rayos hago o en dado casó hacen aquí.

- Emm ¿Quisiera informes?

- ¡Eh! Si. - Ok algo que sirve.

- Bien los lunes, miércoles y viernes tenemos clases en parejas, desde bals a ritmos latinos. Los Martes jueves y sábado tenemos clases individuales. - Oh! Ahora entiendo, es una academia de baile. - ¿Quisiera inscribirse?

- Y si quieres yo puedo ser tu compañera guapo. - Le dedico una sonrisa coqueta a la chica a mi hablá a mi espalda.

- Vamos Leila dejalo en paz, el no es del tipo de hombre que se inscriba a clases de baile. - Miro con cierta sorpresa a quien dice aquellas palabras y me encuentro a la dulce señorita Steele recargada del marco de la puerta. Mi sonrisa se amplia aun mas cuando la veo - Eso me suena a un reto...

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Bueno asta aquí con este capítulo.

★ Besos de Luna ★