Minnie

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Lo diré de la manera más honesta posible...

No sé cuanto tiempo llevamos esperando a que nos den noticias sobre el chico que el tal "DK" nombró antes. Parezco vieja chismosa al esperar y velar por el bienestar de una persona que ni siquiera me conoce, pero ahora mismo creo que todos esos chicos necesitan un hombro en donde apoyarse y sería descortés no brindarles esa pequeña ayuda.

— Cheol, ve a descansar. —Le dice Vernon acomodando la cabeza sobre su hombro. El platinado tenía los ojos cubiertos por sus manos, a su misma vez, tratando de ocultar todo el cansancio que el peso de estos delataban. — Por favor, lo necesitas.

— Lo haré cuando me digan que Seungkwan está bien...

— Es fácil decirlo, Hyung... Estaba realmente pálido... —Secundó el chico que había hecho mención de la inconsciencia de Seungkwan.— Es mi culpa, sabía que no estaba bien y lo dejé ensayar en ese estado... —Dijo con la voz temblorosa a la vez que cubría sus ojos.

— DK no te culpes por esto. —Cheol trataba de tranquilizarlo un poco así que lo obligó a tomar asiento y acunó su rostro entre sus manos.— Nadie tiene la culpa por esto.

— Pero ¿y si...

— Buenas tardes, el joven Boo se encuentra estable, su tensión descendió de manera brusca y por esa razón se desmayó, además, sus energías estaban bastante bajas. Justo ahora, está descansando pero pueden pasar a hacerle compañía.

Todos nos levantamos de nuestros asientos, a excepción de DK.

— Vayan ustedes, yo iré en un rato. —Comunicó esbozando una sonrisa algo débil. Seungcheol y Vernon se observaron entre si antes de voltear a verme, a lo que yo moví mi cabeza de arriba hacia abajo para que estuvieran más tranquilos. Me sonrieron agradecidos e ingresaron a la habitación más que aliviados.

Yo sonreí un poco y me acerqué al chico que se encontraba sentado con su atención sobre el suelo como si la cerámica de color crema fuera lo más interesante en el mundo.

Bueno, lo esencial es invisible a los ojos.

Cada pequeño fragmento de materia es una gran parte del universo que solemos pasar por alto a diario, al menos hasta que una situación modificada bruscamente y nuestra vida da un giro de trescientos sesenta grados. Es ahí cuando “mirar a la nada y pensar en todo” se convierte en nuestra actividad favorita.

Es duro...

Es duro vivir en carne propia esas situaciones. Es duro comprenderlas a la perfección. Es duro ser un ajeno y no poder hacer nada para ayudar...

En el momento en que retomé asiento a su costado, y me adueñé de sus manos y las acaricié para brindarle algo confort.

— ¿Seungkwan es muy cercano a ti?

¿Pregunta tonta pero efectiva para tantear terreno? Listo✓”

— Bastante, es mi mejor amigo. —Ese susurro a penas rompió el abrumador silencio que nos envolvía.

— Debí imaginarlo. —Me fué imposible reprimir mis ganas de sonreír.— Seguro suelen hacer muchísimas locuras juntos. —Observé sus expresiones de soslayo, aquel fantasma de una sonrisa siendo capturada por mi atención.

¡Bingo!

— Una vez... —Comenzó.— Nos pegamos cinta adhesiva en el rostro y debíamos soplar para quitar los retazos. —Sonrío alzando su mirada por primera vez en minutos.— Fue gracioso porque no podía quitarse el adhesivo.

— Me lo imagino.

— También hacíamos competencias de notas altas, tiene una voz hermosa, deberías escucharlo cantar algún día.

— Prometo que lo haré.

— Aún así, me preocupa que llegue a sobre saturarse y...

DK...

— Se que conoce sus límites... Pero su salud es más importante...

— ¿A qué te refieres?

Lo ví volver a su faceta triste antes de continuar.

— Seungkwan es alguien sensible a pesar de que no lo demuestre, no digo que sea débil a las críticas, pero si algo impulsivo... —Se detiene a observarme por unos segundos.— Últimamente ha recibido muchas críticas por su contextura.

— ¿Por su contextura?

— Tiene una figura promedio, pero sus atributos son algo voluminosos, no es justo clasificarlo como que tiene sobrepeso... Joder, no se lo merecía... Incluso se ha estado alimentando muy mal, solo tomaba agua y comía una galleta como almuerzo e iba a ensayar así... —Agarró el puente de su nariz y cerró sus ojos— Solo logró hacerse daño a si mismo, adelgazó, es verdad, sus mejillas ya no eran tan rellenitas como antes y era mucho más ligero, pero se veía enfermo, la fatiga, el cansancio y las ojeras lo consumieron y mira la consecuencia...

Oh rayos...

Esto es irse al jodido extremo.

Evidentemente, no merece ese odio, el resto de los chicos no merecen esa angustia, estoy exagerando, lo sé, pero las cosas pueden ir de lo micro a lo macro muy fácilmente, solo basta el aletear de las alas de una pequeña mariposa para derribar una casita de cartas.

— Wow...

— Pude insistirle más... No lo justifico pero... No sé... Creo que pudo haberse evitado... —Volvió a observarme, sus ojos reflejando lo cansado, triste e impotente que se sentía.

— Esto es serio, DK, lo acepto pero... Ya escuchaste al médico, él está bien... No te sigas torturando por algo que no es tu culpa.

— Pero lo fue.

— Fue un accidente, puede que el sea una persona sensible, no débil, pero ahora te necesita más firme que nunca. —Poso una mano sobre su hombro y le sonrío.— Es como en la Bella y la Bestia”.

Una mueca de confusión se instaló en su entrecejo a lo que yo reí un poco, sin embargo, no pude explicar a lo que me refería ya que unos sonrientes raperos salieron de la habitación.

— Ya despertó.

"The Door" (SEVENTEEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora