Prólogo

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CAPITULO EDITADO

Musim

Me separé de mis padres a los 17 años. Ellos dos se acababan de divorciar y yo no quería irme con ninguno de ellos, no quería dejar mi ciudad natal tampoco tenía idea de lo que quería hacer en la vida. Entonces viví solo, ellos no insistieron en nada tampoco estaban preocupados de mí y no voy a negar, sentí alivio por ello porque siempre me dediqué a estar solo yo mismo me dedicaba a trabajar todo el tiempo para poder sobrevivir en este mundo.

Conocí a Hanbal a los 18 años nos hicimos mejores amigos desde entonces soy su mano derecha, hace diez años que estoy en el mundo de los Ángeles Kings, le debo mucho a Hanbal y a sus padres igual que sus abuelos ya que ellos me consideraron siempre como parte de la familia.

Hoy en día estoy agradecido porque ellos me dieron una mano cuando estaba en la calle.

— Musim – me llama Hanbal mientras que camina hasta mí, suspiro frustrado bajando la cabeza.

Espero que no me cuente de sus problemas matrimoniales o me volveré loco.

— ¿Qué necesitas prez? — pregunto con desconfianza.

— Tenesmos que resolver un problema — comenta y siento alivio por ello.

— ¿Qué pasó? — cuestiono con interés.

— Es el otro club, nos están viendo la cara de estúpidos, mis fuentes dicen que es el nuevo presidente interino de ese lugar, averigua que mierda pasa y haz lo necesario para que se resuelva. Necesito que vayas a resolver este puto problema — ordena y asiento con la cabeza.

— ¿Cuándo tengo que ir? — interrogo.

— Cuanto antes, quiero terminar esta mierda, cuanto antes — responde con enojo.

— Está bien — es lo único que digo.

Esta misión tiene que ser un jodido éxito para que Hanbal esté orgulloso de mí.

Minutos más tarde, estoy empacando ropa por si me quedo algunos días en ese lugar, agarro mis llaves de mi camioneta, mi teléfono, mi billetera y salgo de mi habitación sino antes de cerrar con llave no quiero que Nkosi entre aquí para hacer sus cochinadas.

Solo espero que no encuentre la llave de repuesto de Hanbal.

Bajo las escaleras cuando estoy abajo me encuentro con los hermanos y me despido de ellos. Me desean suerte, creo que la tendré, salgo de la casa club, me voy hasta mi camioneta, abro la puerta, entro y arranco para ir a la misión.

Horas más tarde...

Después de cuatro horas de viaje pude llegar a un pequeño hospedaje, entro y me voy directo a la recepción, ellos me dan una habitación cuando entro a la pieza cierro la puerta con llave, cierro las cortinas, prendo el televisor, pongo mi mochila en la cama y me voy al baño para darme una ducha para refrescar un poco ya que hace mucho calor, al terminar de bañarme, me pongo mi bóxer y me acuesto en la cama, al instante cierro mis ojos.

Dia siguiente...

Me alisto para ir a la casa club cuando estoy agarro mis cosas y me encamino hasta la recepción para dejar llave de la habitación, salgo del hospedaje y me voy hasta mi camioneta, entro y arranco para ir a mi destino.

Minutos más tarde, llego a la casa club, los prospectos me observan con asombro y a la vez con miedo.

— ¿Vice? No sabíamos que llegaría hoy — dice uno de ellos con nervios.

— ¿Acaso tengo que informar que tengo que venir? Déjense de joderme y abran la puta puerta — gruño irritado, ellos obedecen al instante, observo también maldigo por lo bajo porque esto no le gustará para nada a Hanbal.

Ellos hacen una jodida fiesta, tienen a chicas llorando también tienen drogas por todas partes ¿Qué carajo pasa en este puto lugar?

— ¿Dónde está el Prez de este lugar? — grito enojado. Todo el mundo se queda callado y pálido. El Prez no se hace presente todavía así que empiezo a caminar.

— Las chicas se irán de aquí ahora, a sus casas, si me entero que van a buscarlas, se las verán conmigo. Ventilen este puto bar y apaguen la música — ordeno a todos quienes hacen al instante lo que digo, me voy hasta la oficina del presidente, escucho a una mujer llorar y maldigo internamente así que entro con furia en la oficina, agarro mi pistola que está atrás de mi remera y apunto en la cabeza al hombre.

— Tienes tres segundos para soltar a esa niña o te vuelo los sesos — expreso con frialdad, el hombre se pone pálido al darse la vuelta para verme.

— Vice Musim, no sabia que vendri...— interrumpo sus palabras.

— Guárdate tus comentarios. Ahora haz lo que te ordeno o será peor para ti — proclamo irritado. El me obedece y la chica sale corriendo de este lugar.

— Ahora sí, podemos hablar tranquilos ¿No? — hablo con sarcasmo.

— Esto será así, Marco. Vine aquí para resolver unos asuntos que tu mismo ocasionaste y me encuentro con esta mierda. Robaste plata de la caja solo para hacer tus jodidas fiestas y eso no está permitido. Te dimos la confianza de que tu serías un presidente responsable, pero no fue así — manifiesto.

— Vice, yo...— corto su oración de nuevo.

— ¿Te pedí que hables? — pregunto enojado.

— Esto es lo que pasará; darás de nuevo el puto dinero de tu bolsillo cada centavo. No me importa lo que pienses. Si quieres hacer una puta fiesta lo harás lejos de la casa club o vendré de nuevo aquí para partirte la cara ¿Quedó claro? — declaro y asiente con la cabeza con temor.

Días más tarde...

Todo está resuelto, terminar la jodida misión es un alivio para mi significa que podré estar en la ducha tomando un baño fresco, en mi cama y descansar.

Llego al club y me bajo con rapidez del auto, abro la puerta y todos me miran, todos empiezan a celebrar porque llegue de la misión, se acerca a mi Nkosi

— Hola hermano — dice sonriendo mientras hacemos nuestro saludo, me acerco para sentarme en alguna, me percato que hay una mujer nueva en la barra.

¿Quién es ella? Es hermosa

Miro a la mujer que sin darme cuenta está enfrente mío recogiendo los vasos de los muchachos. Miro que uno quiere darle una nalgada, pero ella enseguida lo esquiva y agarra su apretándola muy fuerte.

Sabe defenderse.

— Es la última vez que me tocas, salvaje — dice mientras mueca sus jodidas caderas.

Ya me enamoré a primera vista.

— ¿Quién es ella? — pregunto a Nkosi, mira y sonríe de lado.

— Es nueva, hace poco entro se le encontró en los primeros días tomando cerveza, ayudando a las chicas de la barra y decidimos contratarla — contesta.

— ¿Y como se llama? — pregunto interesado.

— Se llama Erika, tiene su carácter y eso me gusta, no es como las otras chicas del bar — dice encogiéndose los hombros

— Y no lo es, es una jodida tigresita, hermano. Ella será mía, estoy seguro de eso — afirmo con la cabeza.

— Buena suerte — dice Nkosi palmeando mi hombro.

Que comience la diversión.

Musim(#2 Mc Angele's Kings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora