Musim(#2 Mc Angele's Kings)

Capitulo 6

CAPITULO EDITADO

Musim

— Darla ha despertado... — interrumpe.

— Anda con ella, cuida de ella, yo no podré ahora tengo cosas que hacer, pero iré cuando me desocupe — dice mostrando todo el papeleo apenado, salgo de la oficina y directo me dirijo hasta la salida del club, me acerco hasta mi moto y arranco para ir al hospital.

En el hospital...

Me voy rápido a la habitación de Erika, al llegar y entrar, observo que ella está dormida así que me comienzo a acercar a ella lentamente.

— Es mejor que le deje dormir, señor — susurra una enfermera con una sonrisa y asiento con la cabeza. Me siento en el sofá que está a lado de ella porque no pienso moverme de aquí.

— ¿Es su novia? — pregunta de repente la enfermera que estaba controlando la medicina luego me observa.

— Si — miento con descaro.

— Hacen una muy linda pareja — dice sonriendo y encaminándose hacia la salida, el motivo por el cual dije no tengo idea. escucho que Erika comienza a remueve hasta que despierta gritando.

— Erika, tranquila no te sucederá nada — trato de consolarla mientras me acerco a ella, trato de abrazarla sin hacerle daño.

— Mi padre — murmura llorando.

— Ese infeliz no te hará más daño. Ya paso — hablo con un tono suave mientras acaricio su cabello comienza a tranquilizarse y se aparta de mí.

— ¿Qué paso? ¿Qué le paso a mi padre? — interroga confundida.

No quiero que ella se altere así que pondré una excusa para no contarle.

— Cuando el doctor me diga que puedo decirte lo haré, por ahora solo descansa — contesto tocando su mejilla con mi mano, se recuesta por la almohada y suspira, me mira.

— ¿Me traes un poco de agua? — cuestiona y asiento con la cabeza.

— Voy a ir a avisar también al doctor que despertaste ¿De acuerdo? — anuncio.

— Está bien, pero no tardes tanto — murmura, logro escucharla, salgo de la habitación, me voy a traer el agua que me pidió comienzo a buscar por todo el hospital al doctor para avisar que Erika esta despierta cuando encuentro al doctor finalmente me acerco hasta él.

— La paciente Erika Bissett ha despertado — informo.

— Enseguida voy para allá — dice tranquilo sin mirarme la cara, me irrito y le agarro del cuello de su bata.

— Iras ahora, quiero que vayas a ver como esta o yo te haré sufrir viejo — amenazo entre dientes muy enojado por esta situación.

— E-esta b-bien, vamos ahora mismo — tartamudea el doctor asustado. Una vez que estamos en la habitación de Erika el doctor comienza a revisarla y me mira de nuevo con temor, traga duro su saliva.

— Ella está bien, solo necesita descansar un poco y quedarse aquí en observación durante 24 horas para confirmar si está mejorando — informa escribiendo la indicación en su planilla.

— Gracias Doctor — agradece Erika.

— No es nada señorita — dice dirigiéndose a la salida de la habitación.

Horas más tarde...

Esta mujer es terca. Es hora de descansar y ella no quiere. Me está agotando la paciencia.

— Descansa Erika, tienes que mejorar para mañana — le recuerdo porque ella está sentada mirando la televisión.

v No tengo sueño, me pase descansando todo el día dormida — contesta irritada

— El doctor dijo que tienes que descansar, encima para eso son los hospitales para que estés mejor y estés descansando — afirmo y ella rueda los ojos, abro mi boca indignado.

— No me ruedes los ojos pequeña tigresita — digo mientras le señala.

— ¿Como me llamaste? — pregunta con interés.

— Tigresita — digo tranquilo y encogiéndome los hombros.

Me encanta ese apodo para ella.

— Yo no me llamo así — se queja con los brazos cruzados y haciendo puchero.

Que adorable cuando se enoja.

— No me importa puedo llamarte como yo quiero — admito, luego de nuestra pequeña pelea se pone triste.

— ¿Qué pasa? — pregunto preocupado, ella mira hacia otro lado.

— ¿El Prez está enojado conmigo? — cuestiona.

— No lo está, no vino porque él tiene muchas cosas que hacer — explico y asiento con la cabeza.

— ¿Te quedas conmigo hoy? No quiero estar sola — pregunta esperanzada.

— Está bien, no creo que haya problema con eso. Me quedaré aquí en este sofá — digo y ella niega con la cabeza.

— Ven aquí conmigo- dice haciéndome un pequeño espacio.

Ella es un caso. Me volverá loco.

— No quiero lastimarte — recordándole y ella bufa como signo de irritación, me da la espalda.

— Haz lo que quieras — dice enojada.

— No te enojes, no quiero lastimarte. Tienes una herida grave, Erika — aclaro mientras que me acerco a ella hasta que la escucho roncar un poco. Los medicamentos que le dan hacen que se canse más. Acaricio si cabello y me quedo un rato viéndola

¿Qué me pasa con ella? ¿Por qué estoy así con ella? La acabo de conocer y es menor de edad.