CAPITULO EDITADO
MUSIM
Semanas después...
Han pasado tres semanas desde el mal momento, observo a las chicas hablando y riendo entre ellas está mi pequeña novia que me anda evitando desde su cumpleaños ósea toda la maldita semana, ni siquiera se el motivo.
¿Hice algo mal? ¿Estará enojada conmigo? Tengo que hablar con ella de alguna manera.
— ¿Que te pasa hombre? — pregunta apareciendo Nkosi feliz y palmeando mi hombro.
— No me hace caso y no tengo idea del porque — me quejo como un niño pequeño que me arrebatan un chocolate y mira hacia la dirección que observo luego comprende lo que está pasando.
— Acércate deberías tomar la iniciativa de conversar con ella — sugiere pensando.
— Lo hago, pero siempre me evita — me quejo de nuevo.
— Enciérrale contigo en la habitación — opina tranquilo.
— No haré eso. No quiero que se asuste de mí, hace poco tuvo también un trauma en su vida, Nkosi — bufo.
— Entonces lo haré yo — comenta como si nada.
¿Qué hará? No entiendo nada.
— Que hara... — interrumpe mi pregunta.
— Déjame todo a mí, sé que podré hacer algo o sacarle alguna información valiosa — dice mientras se levanta de su silla y desaparece de mi vista, desesperado por las acciones de Nkosi comienzo a buscarle para saber que trama, pero no lo encuentro por ningún lado hasta que decido preguntar a algunas de las chicas.
— ¿Han visto a Nkosi? Necesito hablar con él — pregunto y ellas niegan, mi mirada se centra en mi novia que tiene las mejillas sonrojadas, me imagino cuando este debajo de mí con esa mirada.
Sacudo mis pensamientos al escucha que Darla habla.
— No lo hemos visto — responde y asiento con la cabeza, me alejo del lugar con mis pensamientos nuevamente atormentados por la reacción de mi novia hasta que a una persona toma de mi mano
Musim, quisiera hablar contigo- me dice Erika, miro sobre mis hombros.
Al fin quiere hablar conmigo. Llevo una semana queriendo lo mismo ¿Debería decirle que no quiero ahora hablar con ella?
— ¿De qué quieres hablar? — cuestiono interesado.
— De algo importante — responde sonrojada.
— Está bien — accedo.
— ¿Podemos ir a la habitación? Aquí es incómodo hablar sobre eso — aclara con un tono bajo y asiento con la cabeza confundido, nos encaminamos hacia la habitación, al estar ahí, ella se da la vuelta para mirarme.
— Lo siento tanto — se disculpa apenada.
— ¿Por qué? — pregunto.
Por ignorarte y evitarte toda esta semana. La verdad es que necesitaba tiempo para procesar todo lo que me pasó — declara con un tono entrecortado, abrazo a mi mujer.
— No hace falta que pidas perdón pequeña, te daré el tiempo que necesites para que estes conmigo así puedes adaptarte — contesto con un tono suave.
— ¿Musim? Siempre quise hacer algo, pero no me atrevía, pero creo que estoy lista para hacerlo — expresa con timidez.
Ella comienza a aproximarse hacia nuestros rostros y une nuestros labios, correspondo el beso sin pensar dos veces, el beso al principio es suave luego se va intensificando poco a poco hasta que nuestras respiraciones nos separan por un rato nos miramos a los ojos que transmiten un poco de deseo comenzamos de nuevo a besarnos, pero esta vez con más intensidad, nuestra ropa estorba y nos quitamos poco a poco hasta quedar en ropa interior.
— ¿Estas segura? — cuestiono con dudas ya que no quiero hacerle daño y ella asiente sonriendo con la cabeza.
— Si estoy segura Musim. Quiero que me hagas tuya — responde con una sonrisa en los labios, me acerco nuevamente para besarla y quitarle su sostén comienzo a jugar con sus hermosos pechos redonditos, los chupos y pellizcos sus pezones, escucho gemir mi nombre que hacen músicas para mis oídos.
— Musim — gime cuando masajeo su parte intima con mis dedos.
Siempre quise escucharla gemir mi nombre y hoy es el momento para ello. No me detendré por nada del mundo.
— ¿Te gusta? — pregunto, pero ella no responde dos dedos entran en su interior y ella gime más fuerte.
— Estas mojada amor. Estas lista para mi — susurro en su oído mientras saco mis dedos de su interior, le quito las bragas y me posiciono para entrar en ella dirijo mi mirada sobre ella para el permiso y asiente comienzo a entrar lentamente. Llegamos al clímax y me tiro a lado de ella.
Te amo mi pequeña novia- susurro en su oído, pero escucho su respiración débil y miro sus ojos cerrados, la pego a mí y nos tapamos con las sábanas.
No me arrepiento de haberle conocido. Esta mujer es y siempre será para mí.
Erika
Semanas más tarde...
Hace tres semanas que Hanbal y Darla me dieron oficialmente su apellido también hace semanas que huyo o evito a Musim, debo admitir que tengo miedo por lo que siento por ese hombre, aunque soy su vieja dama creo que ese título me queda enorme ya que siento que no me merezco por todo lo que he pasado anteriormente.
— ¿Qué te pasa, pequeña Duncan? — pregunta una de las chicas del club mientras se sienta al lado mío.
— Estoy confundida por todo — admito.
— No entiendo — dice apenada.
— Siento que estoy dando muchas vueltas con respecto a mis sentimientos con Musim — cuento a la mujer, observo que vienen mi mamá y dos mujeres más que son viejas damas.
— Entonces sé directa con este hombre, Erika. No de más vueltas al asunto — contesta sin más, ella tiene razón.
Musim viene hacia nosotras, observo a mi hombre detalladamente. Es ahora o nunca, tengo que tener valor para hablar con él.
Horas más tarde...
Me despierto notando que estoy frente a la persona que hace feliz mi vida, frente a la persona que me tiene tanta paciencia, acaricio su mejilla con suavidad. Besos sus labios y sonríe.
— Que manera de despertar — es lo único que dice mientras que mantiene sus ojos cerrados y ruedo los ojos.
— ¿Quieres hacer el segundo round? — cuestiono con interés y abre sus ojos con asombro.
— Que pervertida me saliste, cariño, pero si, quiero el segundo round — acepta empezamos de nuevo a hacer el amor.
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Musim(#2 Mc Angele's Kings)
ActionMusim "Odin" Baxter, el astuto vicepresidente del influyente club de motociclistas Ángeles Kings, regresa a la ciudad después de completar una peligrosa misión para el club. Aunque su presencia es esperada y respetada en los círculos del club, Musim...