Musim(#2 Mc Angele's Kings)

Capitulo 15

CAPITULO EDITADO

Erika

Comienzo a abrir los ojos poco a poco, observo mi alrededor me percato que me encuentro en mi antigua habitación cuando era más pequeña, el lugar está totalmente abandonado y sucio.

Escucho la puerta abrirse y me dirijo la mirada, pero me arrepiento. Es mi padre frente mío y con una sonrisa siniestra.

— Al fin despiertas princesa. Estaba preocupado por ti — dice el hombre sonriendo, asustada me pego más hacia la pared.

— No te hare daño por ahora, si cooperas — comenta, miro confundida por sus palabras comienza a acercarse hacia mí y empieza a quitarse la ropa empiezo a alarmarme por ello.

— Por favor, no me hagas más daño — suplico sollozando.

— Shh, tranquila no te dolerá — es lo único que dice mientras saca su navaja del bolsillo y comienza a romper toda mi remera.

— Déjame por favor, no lo hagas — suplico de nuevo, pero el ignora mi petición.

— Que bonita eres mi niña. Eres igualita a tu madre — menciona lamiendo sus labios, al terminar de quitarme todas las prendas, me abre un poco más las piernas para quitarme mis bragas empiezo a negar varias veces, trato de levantarme del sueño, pero es imposible ya que el tiene más fuerza que yo.

— Por favor, por favor no lo hagas, eres mi padre — sigo suplicando, me observa con enojo y me da una cachetada en la mejilla.

— Yo no soy tu padre. Nunca lo fui — dice mientras se introduce en mi duramente y me torso de dolor.

— Eres mía ahora, Erika. Nadie nos podrá separar — dice con una voz ronca, lloro por lo sucia que me encuentro en este momento, lloro porque quiero desaparecer.

Musim, papá vengan por mí.

Una semana más tarde...

Hace una semana que estoy en este mugroso lugar. Mi padre me ha abandonado aquí, no lo veo desde entonces y espero no hacerlo más, trato de sobrevivir tomando solamente agua ya que no hay nada para comer por aquí.

Siento asco de mí misma por permitir que mi padre hiciera semejante cosa.

Mis ojos solo me pesan poco a poco por el cansancio que tengo en este momento, pero alguien me agarra de mi cabello y no puedo gritar por lo débil que estoy, trato de abrir los ojos para saber quien es la persona que me jala de mi cabello.

— La famosa pequeña Erika. Tú me quitaste a mi hombre, ahora sufrirás por ello — dice una voz femenina reconocida, levanto mis ojos y me quedo en shock, la persona me mira con una sonrisa siniestra.

Musim, papá vengan por mí pronto. Confío en ustedes.

MUSIM

Una semana después...

Hace unos días pudimos encontrarla, fue fácil, porque gracias al padre la encontramos. Estuvimos vigilando los horarios en el que el estaba en la casa. Ella está sola ahora, pero debemos detener a la cómplice del padre, tenemos que esperar.

Son las 20:00 p.m. y día de salvar a mi pequeña con ayuda de la policía, los hermanos del Club podremos rescatarla. Presto atención al ver a Fran mirar hacia ambos lados y entrar a la casa. Maldita hija de puta.

— Ella es una informante, con razón que nunca la vi en la casa club siempre estaba aquí — hablo entre dientes.

— Voy a matar a esa perra — habla con enojo Darla.

Darla dio la dirección de entrar en la casa con mucho cuidado para que nadie escuche los movimientos. Los gritos de Erika se escuchaban por toda la casa hasta que toda la casa queda en silencio.

— Está muerta — escucho que dice el padre.

— Si, está muerta, es mejor para nosotros así podremos estar juntos- dice mientras se acerca al asqueroso hombre.

— Mi hija está muerta — repite estando en shock

— Eso no importa Ahora, vámonos de aquí — dice mientras se retiran de la casa, miro a Darla quien está furiosa.

— Yo me encargo de ellos dos, anda a ver a tu chica- dice guiñándome los ojos.

— No es su chica — se queja Hanbal y ella rueda los ojos.

— Supéralo. No te hagas del padre celoso porque no te va —dice mientras se retira.

— Vamos a verle a la princesa — dice enojado Hanbal como un niño pequeño.

Entramos a la casa y encontramos la escena que me partió el corazón, Erika toda golpeada, sangrando por todos lados por los golpes y con los ojos cerrados, su piel pálida.

Mi pequeña ¿Qué mierda te hicieron?

— Tiene pulso, vamos al hospital. Ábreme la puerta — ordena mientras carga a Erika y nos vamos a la camioneta, cuando llegamos al hospital enseguida nos atiende dan una camilla, un grupo de doctores vienen y se encamina junto a ella hacia el quirófano.

— Espero que mi hija esté bien — dice sentado Hanbal e imito su acción.

— Yo también lo espero — admito .

— La quieres ¿No es así? — pregunta.

— Yo, la quiero Hanbal, ella es la mujer de mi vida, la quiero para mí — afirmo.

— Me comporto con un padre celoso — se quejó

— Es cierto — afirmo nuevamente

— ¿La protegerás? ¿La cuidaras? — interroga.

— Lo haré — asiento con la cabeza.

— Bienvenido a la familia — dice palmeando mi hombro y sonrío mientras niego muchas veces con la cabeza.

Espero que Erika esté bien o moriré.