Capitulo 4

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CAPITULO EDITADO

Erika

Horas más tarde...

Estoy contando todos los azotes y los golpes que me da por todo el cuerpo son fuertes y dolorosos, no lo aguanto más, estoy a punto de desmayarme cuando me da unas cuantas patadas en el estómago.

Necesito salir de aquí antes de que me mate.

— Ahora voy a ser lo que siempre he querido hacer querida "hija". Te extrañe — dice con una voz que me eriza la piel, una voz intimidante. Se acerca a más a mí y comienza a sacarse toda la remera.

— P-por favor, papá, por favor. No lo hagas — suplico con miedo mientras me arrastro con dificultad en el suelo comienza a burlarse de mí.

— ¿No puedes levantarte? Que suerte así será más fácil — habla con burla.

— ¿Q-que te h-hice? ¿P-porque sos a-así c-conmigo? — pregunto con dificultad.

— Porque tú no eres mi hija, no eres de mi sangre, eres una niña mugrienta que viene de la calle — confiesa con asco y le miro asombrada por las cosas que ha dicho.

¿No soy su hija? Por favor, Musim, ven por mí.

— ¿Q-que? — pregunto con una voz entrecortada queriendo llorar.

— No eres mi hija, eres adoptada tu madre insistía en tener una pequeña niña. Ella no podía tener hijos entonces accedí adoptar para que ella fuera feliz — confiesa de nuevo mientras que bebe su bebida alcohólica.

— Cuando tu madre falleció, yo me quede devastado y enojado por los acontecimientos sucedidos. Decidí desquitarme contigo y no me arrepiento, quiero hacerte sufrir — expresa con una voz siniestra comienza a acercarse y escucho el portazo de una puerta.

— Iré q ver quien es, te quedas aquí cierto no puedes moverte — dice en burla y riéndose de mí.

Las heridas de mi espalda queman, mis ojos se comienzan a cerrar poco a poco hasta que caigo inconsciente.

Musim

Entro en la casa con los policías armados, escucho voces que alguien camina en la parte de arriba comienzo a caminar hacia la cocina, dos policías en la sala, dos en el sótano.

— Despejado — dicen todos los policías.

— Están arriba, alguien está caminando hacia la escalera vamos a escondernos para atraparlo — ordeno por el micrófono de mi oreja.

Es hora de entrar en acción.

— Si señor — dicen todos, nos escondemos todos y nos callamos, alguien comienza a bajar las escaleras.

— Estén atentos — susurro.

— Recibido — susurran.

— ¿Quién está ahí? — pregunta serio el hombre comienza sus pasos a acercarse hacia mí, me escondo en la despensa de los alimentos para que no me descubra. El hombre se sube de nuevo arriba así que salgo de mi escondite, me dirijo hasta la sala donde están los demás, escuchamos un grito en la parte de arriba y subimos despacio para que no nos localice.

Aguanta pequeña enseguida estarás en mis brazos.

— Es hora de actuar — ordeno comenzamos a mirar puerta por puerta hasta llegar en la última donde se escuchaban los gritos de dolor que me partían el corazón.

Abro la puerta con un portazo miro una escena que me enfría la mente y mi enojo aumenta, disparo al hombre justo en la cabeza y me acerco para quitarle de encima una mujer llena de golpes en todo el cuerpo cuando trato de levantarla comienza a gritar por las heridas de cables que tiene en su espalda igual que su pierna.

Carajo.

— ¿Como hacemos para llevarla? — cuestiona un policía con preocupación.

Es una buena pregunta.

Me quedo unos segundos pensando.

— Vamos a llevarla, tráiganme una sábana limpia haya por ahí — digo uno de ellos corre a otra habitación y trae lo pedido, tapo la parte de arriba de su cuerpo y trato de poner mi mano sobre la parte de atrás del cuello después la otra mano sobre la rodilla hago caso sumiso a su dolor porque tengo que llevarla al hospital en estos momentos.

Aguanta pequeña.

Horas más tarde...

Estoy en el hospital hace cuatro horas y Erika sigue todavía en curación por las costillas rotas, el pulmón dañado y también por su pierna facturada.

Mi teléfono comienza a sonar y miro en la pantalla el nombre de Hanbal, contesto.

— ¿Hay noticias? — pregunta.

— No todavía — respondo y maldice.

— Iremos enseguida con Darla — comenta.

— Está bien — es lo único que puedo decir en estos momentos y cuelgo la llamada, observo que un doctor viene se acerca a mí y mira el expediente de Erika

— ¿Familiares de Erika Bissett? — pregunta.

— Soy un amigo suyo, no tiene familiares. ¿Ella se encuentra bien? — pregunto con preocupación.

— Ella cayó en coma — informa con pena y asiento con la cabeza, el se retira.

Espero que te recuperes pronto pequeña estaré aquí cada momento. No te abandonaré.

Musim(#2 Mc Angele's Kings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora