Hay Química (Crossover Elena de Avalor y Enredados otra vez)

Capítulo 12: ¿Es la opción correcta?

Isabel se colocó boca arriba en la cama pensativa.

"¿Es la opción correcta?" esa frase se repetía en su mente constantemente.

Lo que había decidido, lo que había hecho... lo que Varian pensaba que haría...

— Elena sabría que hacer — dijo Isabel, mirando al techo. — Elena seguiría su corazón. — Isabel bajó la mirada. — ¡Eh, tú, corazón! — le llamó. — Me vendría bien tu ayuda en este momento. ¿Tú qué opinas?

Hubo un silencio e Isabel se rio a carcajadas.

— Seré imbécil — rio. — ¿De verdad pensaba que me respondería? ¿Y tú qué opinas cerebro? ¿Y tú hígado?

Isabel se ría de la situación, pero luego suspiró y recordó que estaba triste.

— Ya en serio — se centró Isabel.

Pero sus pensamientos se centraban en Varian.

"Tú lo entiendes mejor que nadie" había dicho y era cierto. Ella sabía que el dolor de separarte de un ser querido es lo peor que te podría pasar.

"Sabes que harías cualquier cosa por volver a verlo" Pues sí, pero no lo iba a pagar con los demás como Varian hacía.

"¿Crees que yo me merezco ese dolor?" ¡No! Obviamente, pero esa desesperación, ese dolor, esa agonía, esa...

Isabel miró a la puerta. Estaba cerrada, por suerte.

— Se lo van a llevar, se lo van a llevar... — se repetía.

Isabel recordó cuando sus padres murieron:

"Su hermana le limpiaba la cara con una toalla, mientras ella cerraba los ojos por precaución para que no le entrara nada.

— ¿Cómo puede una princesa mancharse tanto? — preguntó Elena, riendo.

Se escucharon los caballos trotar y Elena girándose, exclamó:

— ¡Ya están aquí!

Pero, Elena al asomarse miró horrorizada al balcón e Isabel sin comprender nada se quedó allí plantada mirando la escena. Cuando alguien le puso la mano en la boca por detrás para llevársela sin que ella gritara. Isabel pataleó, pero cuando ya se encontraba en un lugar seguro, la persona que le había tomado, se dejó ver. Era Alacazar, el antiguo mago real.

— Discúlpame, princesa, si gritabas Shuriki le vería — explicó.

— ¿Qué? — El cerebro de Isabel trabajaba demasiado deprisa. ¿Cómo había pasado de ser un día tan normal a esa extraña noche?

— ¿Dónde está Elena? — preguntó Luisa. — ¿Y los reyes? ¿Y Esteban?

— Sobre los reyes y Elena no hablemos mejor — dijo Alacazar con delicadeza, mientras yo fruncía el ceño para entender sus palabras. — Y Esteban... no sé donde está, pero no podemos ir a buscarlo, puede que ya sea demasiado tarde.

— Esteban... no — gimoteó Luisa, abrazándose a Francisco. — Y Lucía...

— Lo siento, pero ahora debemos hacer el hechizo ya — ordenó Alacazar.

Luisa y Francisco se miraron. Y luego miraron a Isabel quien se había puesto a llorar incontroladamente.

— ¿Qué ha pasado? — preguntó. — ¿Elena y papá y mamá se han ido?

— No lo sabemos Isabel — suspiró Francisco. — Pero, ahora salvémonos nosotros.

Y haciendo grandes esfuerzos por sonreír, Isabel y sus abuelos se transformaron en un cuadro."

No le dio tiempo a llorar, pero si ella hubiera podido le hubiera matado a Shuriki y a todos los que no le hubieran ayudado. Varian sentía lo mismo, sentía tristeza, necesitaba ayuda.

Isabel debía dormir, al día siguiente le tocaba colarse en un barco y ayudar a escapar a una persona.