Hay Química (Crossover Elena de Avalor y Enredados otra vez)

Capítulo 3: La princesa Isabel

Varian pegó a la puerta con suavidad y una dulce voz preguntó quién era, Varian respondió sin vacilar por su nombre e Isabel le invitó a pasar.

— Hola, Varian — saludó Isabel. — ¿Qué tal te ha ido con el gran comité?

Varian se encogió de hombros.

— He estado un poco incómodo — confesó. — ¿Qué estás haciendo?

— Los deberes del colegio — respondió Isabel. — La verdad tengo mis dificultades, si es ciencia soy la primera, pero, ¿para qué me servirá separar sujeto y predicado en mi vida?

— No eres mucho de letras, ¿eh? — comentó Varian. — Suerte que la ciencia cubre la mitad de las asignaturas. Tú, — Varian la estudió de arriba abajo. — estabas especializada en la ingeniería, ¿no es así?

— Sí, bueno... — respondió Isabel. — Es la que más me gusta, pero también entiendo las otras ramas. ¿A ti cuál te gusta más?

— Alquimia — respondió Varian. — Aunque... — tragó saliva. — No sé si algún día haré algo que valga la pena — Varian rio nervioso e Isabel sonrió con una media sonrisa.

— Seguro que sí — prometió.

Varian se desanimó un poco si esa princesa supiera con quién estaba hablando, no estaría tan segura de estar en lo cierto.

— ¿Quieres que te ayude a separar sujeto y predicado? — preguntó Varian. — Vamos a empezar preguntando al verbo... Mmm... — Varian se acercó a la hoja de deberes de Isabel y le leyó: — El burro lleva el carro. Está claro quien es el sujeto, es el carro porque ¿qué lleva? El carro.

Isabel rio.

— Te equivocas, Varian — dijo. — No eres mucho de letras, ¿eh? — Varian se ruborizó. — En todo caso sería, ¿quién realizada la acción de llevar? — Isabel miró a Varian para que respondiera a su pregunta.

— ¡Oye los deberes son tuyos! — exclamó Varian que aunque tuviera en mente la respuesta correcta, temía a fallar de nuevo.

Isabel rio y Varian sonrió. ¡Y esa princesa decía que tenía dificultades en letras! Vaya, eso no se lo creía ni ella.

— Bueno, — dijo Isabel. — Son solo cuatro frases, las terminaré esta noche — Isabel cerró su libro de lengua y lo guardó en su mochila. — ¿Qué quieres hacer?

— ¿Algo juntos tú y yo? — preguntó Varian, señalándose nervioso.

Isabel levantó una ceja.

— Esto... ¿para que has entrado, entonces? — preguntó Isabel.

Varian no respondió. "Soy idiota" pensó. La joven princesa tenía toda la razón, si había entrado era por algo, así que optó por preguntarle sobre la universidad, ya que con un poco de suerte podría sacar provecho de ello.

— ¿Y qué haces haciendo lengua en la Universidad de Ciencias? — preguntó.

Isabel se sorprendió ante esa pregunta.

— La universidad no es mi colegio — respondió. — Solo voy una vez a la semana como clase extraescolar, pero sigo estudiando tranquilamente en el colegio con mi quinta, y pues allí, desgraciadamente, hay clases de lengua.

Varian reflexionó las palabras de la princesa y luego, sonrió. Esta vez, decidió preguntarle acerca de su invento.

— Ah, y tengo entendido que entraste con un invento que usaste para ganar el concurso de ciencias — dijo, recordando así su experiencia en un curso de ese estilo, decidió en centrarse en interrogar a la princesa y no a ponerse sentimentales.