Capítulo 16.

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Brittany se levantó y se metió a la ducha. Christine leía un libro y Abbie estaba durmiendo.

Me quité la camiseta, agarré la sudadera de Justin que yacía en el suelo y me la puse. Igualmente, nunca sabría que la llevo puesta.

-          Uy no. Eso es malo. – dijo Abbie. - ¿Por qué llevas la sudadera?

-          Es la única forma que tengo de acercarme a él.

-          Es verdad, el castigo.

Asentí y suspiré. Era probablemente la décima sexta vez que suspiraba.

-          ¿No lo volverás a ver más?

-          No lo sé. Por los pasillos, en la cafetería, en el bar… Pero no volveremos a hablar.

Christine me miró entristecida.

-          Me duele verte así, Lauren. Solo espero que no te haga daño.

Le sonreí levemente.

-          Gracias, Chris.

Se escuchó un grito desde dentro del baño.

-          ¿Qué ocurre Brittany? – grité, corriendo hacia la puerta.

-          El agua está helada.

-          ¿Cómo puede ser esto posible? – pregunté, frunciendo el ceño.

Brittany estornudó. Vale. Estaba fría.

-          No lo sé, Lauren. ¿Puedes ir a ver qué pasa con la calefacción?

-          Claro.

-          Date prisa, que tengo jabón por todas partes.

Me reí.

Salí de la habitación y recorrí el pasillo. Bajé unas escaleras y llegué a fuera el campus. No había mucha gente, pues empezaba a hacer frío y el cielo estaba un poco nublado. Iba a llover.

Pasé al lado de la piscina y me miré en el agua. Mierda. Llevaba la sudadera de Justin puesta.

Los shorts casi ni se veían, porqué la sudadera me iba bastante grande. Decidí cruzarme de brazos y tapar, al menos la palabra ‘Destroy’, para que nadie pudiese identificarla.

Llegué dónde estaba la calefacción y vi que unos técnicos ya se la estaban mirando.

-          ¿Qué ha ocurrido? Mi amiga se ha quedado sin agua caliente. – pregunté a uno de ellos.

-          Ya la hemos arreglado, señorita. Ha sido solo un cruce de cables.

-          Oh, vale. – sonreí. – Gracias.

Di la vuelta y volví por el mismo camino. Todo estaba muy tranquilo, cuando escuché una voz aguda llamarme por el nombre.

-          ¡Lauren!

Me giré. Janette estaba corriendo hacia mí, a pesar de los tacones que llevaba. ¿Cómo sabía mi nombre?

-          Hola. – dije.

-          Hola. – sonrió falsamente.

Rodé los ojos.

-          Me gustaría advertirte de una cosa. – empezó Janette. – No quiero que te acerques a Justin, ¿entiendes?

¿De qué estaba hablando?

-          ¿De qué hablas? – pregunté. – A mi Justin me importa un comino.

Demon [Justin Bieber] ¤¤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora