Mi pequeño Haruichi

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Cosas como "ahh es tan pequeño" o "es tan lindo, parece una niña" eran comentarios que Haruichi escuchaba todo el tiempo y de algún modo lo hacían llorar. Momoi siempre lo abrazaba y le decía que no lo hacían con mala intensión pero para un niño de 3 años era difícil de asimilar. No era un niño débil ni mucho menos enfermizo pero todo el mundo lo subestimaba gracias a que era callado y no daba problemas en comparación con su hermano que era el terror de la escuela.

Haruichi había escuchado a su mamá regañar a su hermano por su mal comportamiento, sin embargo Haru-chan no terminaba de entender por qué pasaba eso. El jamás había visto a Ryo haciendo algo malo, mucho menos entendía cuando le dedicaban miradas de preocupación temiendo que a él le hiciera algo. Aquello le molestaba, su hermano era increíble pero nadie parecía verlo.

Se convenció aun más de lo que pensaba cuando lo vio jugar al beisbol por primera vez, sus ojitos brillaron y su pequeña mano se aferró con fuerza a la falda de su mamá mientras jalaba de ella. Algo preocupada Momoi se agacho para ver que le pasaba a su pequeño

-¿Qué pasa cariño?

-mami, ¡aniki es increíble! –Momoi lo cargó y restregó su mejilla contra la del menor completamente feliz

-tienes razón Haruichi, tu hermano es increíble

-mami, ¿puedo intentarlo? ¿Puedo jugar beisbol? Quiero ser tan increíble como Ryo-chan

-claro, mi amor

Ryo y Yuuki se sonrieron cuando Haruichi les dijo que deseaba jugar como ellos. Ambos niños se miraron y asintieron, era bueno saber que también el pequeño quería intentarlo, después de todo el beisbol era divertido.

Lo que no esperaba Ryo era que el menor escogiera un bate de madera. Todos decían que Haruichi tenía un carácter afable pero solo Ryo sabía que el menor podía ser bastante terco y lo comprobó cuando se negó a dejar el bate de madera. En ese momento el mayor de los Kominato tuvo el presentimiento que todo era posible si Haruichi lo intentaba. Por supuesto no se equivocaba, el pequeño tenía talento para batear; lo más divertido era que él mas confundido con su talento era el propio Haruichi, para él resultaba muy fácil hacer contacto con la pelota.

Ninguno de sus padres había esperado aquello, Momoi estaba impresionada.

-¿y que esperabas? heredo de ti la capacidad de análisis y observación. Haruichi observa la trayectoria de la bola, por eso le resulta muy fácil hacer contacto con la misma. Es pequeño pero tengo una idea. –Imayoshi volteo a ver a Ryo que le devolvió la mirada con una sonrisa, al parecer los dos habían tenido la misma idea.

Haruichi se acercó a su padre y este le sonrió

-Haru-chan cuando batees piensa en mandarla lo más lejos. –el menor ladeo la cabeza sin entender

-solo imagina la expresión del pitcher cuando le hagas un homerun, eso no tendría precio

No entendía los motivos de su padre y hermano pero la opción de lograr homeruns le resultaba bastante interesante.

...

Haruichi se limpiaba las lágrimas mientras sollozaba quedito. Si, le dolían sus rodillas raspadas y le ardían las palmas pero más que nada se sentía enojado por no ser capaz de defenderse. Se había dado cuenta que su hermano terminaba castigado siempre que a él le pasaba algo como eso, por supuesto no era tonto y sabia lo que Ryo hacía. Cuando llegó a su casa, Momoi lo vio sorprendida

-Haruichi ¿Qué ha pasado? y ¿Dónde está tu hermano?

-mmm Salí primero y me caí en el camino... -no bien había terminado de hablar cuando una mano revolvió su cabello.

-deberías tener más cuidado por donde caminas –Ryo paso a su lado y Haruichi alcanzó a ver un ligero moretón en el brazo de su hermano, se mordió su labio, aumentando el enojo que sentía.

A partir de ese día Haruichi se mostró mas resulto frente a sus compañeros, a pesar de su carácter algo debió de heredar de su padre, ya que cuando sentía que las cosas estaban por complicarse para él una extraña aura lo rodeaba, la misma que cuando se disponía a batear y eso de algún modo amedrentaba a los niños más altos que intentaban molestarlo.

En cuanto al beisbol para todo mundo quedo claro que era un bateador nato, que cuando el entraba en la caja de bateo todo era posible. Aun cuando no lo parecía había desarrollado un estilo propio, mientras a Ryo le encantaba fastidiar a los pitchers desde la caja de bateo, Haruichi disfrutaba dejarlos con cara de sorpresa cuando bateaba lo bastante lejos.

Solo un año pudieron estar juntos en el mismo equipo y ganaron el torneo local. Todo mundo había quedado impresionados con la pareja que hacían los pequeños hermanos Kominato, sin embargo parecía que cada vez que un Kominato ganaba un torneo, una despedida se daba. El día después de ganar el torneo, Ryo le dijo a Haruichi que ya había escogido escuela y que esa era Seido.

Haruichi en ese momento solo lo observo en silencio, aquello no le sorprendía, su hermano era lo bastante talentoso como para ser reclutado por una escuela tan fuerte como Seido, eso y que imaginaba que tal vez Yuuki también estaría ahí. No se lo dijo pero se prometió mejorar tanto para poder ser reclutado al igual que su hermano. Igual y el también se encontraba con Ei-chan, ya fuera como rival o como compañero.

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