Extra II: El primer juego juntos

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En contra de lo que se imaginan Seido no fue el primer equipo en el que Eijun y Furuya jugaron, por eso mismo cuando sus padres se enteraron que habían elegido la misma escuela no creyeron que fuera la idea más brillante pero no hace falta apresurarse regresemos en el pasado hasta el punto en el que Eijun y Satoru eran dos pequeños niños...

La idea de que sus hijos no quisieran jugar basket no les había sentado tan bien pero Taiga jamás imagino que Himuro llegara de visita con exactamente la misma noticia, sospechaba que la culpa era de Eijun pero prefería no mencionarlo con el aura amenazante que tenía Murasakibara, en apariencia no le interesaba el basket pero en el fondo deseaba ver a Satoru en una cancha de Basket.

Los cuatro adultos hablaban en la cocina del tema mientras la carcajadas de Sawamura llegaban hasta ellos desde el jardín, seguramente discutía con Satoru como siempre que estaban juntos. Kuroko sonreía suavemente, el mundo era tan simple para ambos niños que ni por asomo se imaginaba que a sus padres les estaban dando un ataque por la decisión que tomaron

-bueno supongo que no hay de otra, si los niños quieren jugar beisbol pues que lo hagan

-es lo que intentado decirle a Taiga desde que Ei-chan no para de hablar de lo mismo, es más si Sat-chan también quiere jugar deberíamos buscarles un equipo para que jueguen juntos,

-eso suena muy bien, los fines de semana que tengan partido podremos ir juntos, Atsushi ya quita esa cara que esa es una buena solución

Taiga y Murasakibara se voltearon a ver y terminaron asintiendo, no es que ahora se llevaran mejor pero por lo menos ya no discutían tanto. Dejaron de hacerlo cuando Tetsuya los regaño al decirles que Eijun y Satoru les habían aprendido muy bien.

De cualquier manera terminaron metiéndolos en el mismos equipo, de esa manera también se apoyaban entre ellos, si el trabajo se los impedía Kuroko y Kagami llevaban a Satoru y si sucedía lo contrario Himuro y Murasakibara llevaban a Eijun. No era común que eso pasara y por lo regular eran Tatsuya y Tetsuya quienes llevaban a los menores y en ocasiones se quedaban a ver el entrenamiento o aprovechaban para tomarse un café y descansar de la rutina.

Sorprendentemente ambos niños tenían talento como pitchers, cada uno reflejaba en sus lanzamientos su personalidad; Furuya completamente directo y muy veloz. Eijun no tan veloz pero se movían, no se quedaban quietos en el plato, nunca se sabía hacia donde terminaría girando. Además Furuya era diestro y Eijun era zurdo, con ambos niños el repertorio podía ser mucho más amplio.

Los cuatro adultos habían concluido que había sido una buena decisión que jugaran juntos, de esa manera ambos se habían acoplado mejor y uno siempre llamaba al otro, por lo regular Eijun arrastraba a Furuya. A pesar de lo bien que llevaban los entrenamientos aun les faltaba una prueba, a la cual secretamente le temían: el momento de los partidos. No sabían cómo reaccionarían los niños, si en una situación cotidiana tenían cada idea, en un partido con tanta gente no estaban muy seguros de qué serian capaces de hacer el par de pitchers.

...

Tal como se esperaba la temporada dio inicio. En los dos primeros partidos cada uno apenas y lanzo una sola entrada, la ultima respectivamente. Kuroko, Kagami, Himuro y Murasakibara respiraron aliviados al ver que ninguno de los dos se había comportado mal. Es mas Tetsuya creyó que Ei-chan se había comportado incluso más tranquilo de lo esperado.

Para el cuarto partido las cosas no serian como de costumbre. El miércoles de esa semana Kuroko llego a casa con una cara muy seria. Eijun venía de su mano pero no decía mucho, intuía que no era momento para enojar a su mamá. Kagami había llegado antes a casa y los esperaba con la comida lista sin embargo en cuanto vio a Tetsuya supo que algo pasaba.

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