Cap 9

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Tras aquel pequeño acontecimiento con la "boda" hubo un pequeño festín de celebración de parte de ambos omegas mayores; querían creer que todo aquello era por simple juego, aún no lograban tomar nada de eso en serio contando la edad de sus hijos siendo de tres y seis respectivamente.

-yurio será la mejor esposa- grito el pequeño mientras tomaba un emparedado y lo acercaba a la boca de su "esposo"

Jean sonrió y dio una gran mordida a aquel emparedado mientras que de fondo se escuchaban los aplausos de sus madres y de él pequeño de dos años.

Las horas pasaban entre risas y pequeños gestos departe de ambos pequeños recién casados hasta la hora de irse en la cual había una pequeña disputa entre los recién casados.

-Mama, yurio se quiere quedar con jj, el es su esposo- replicaba el pequeño rubio soltando algunas fermonas y lágrimas

-cariño, papá nos espera en la casa, prometo que volveremos a ver a jj y leo en unos días- comentó yuuri cargando a su pequeño

Mientras el pequeño rubio se volvía un mar de lágrimas el pequeño alfa soltaba una expresión casi seria aunque daba rasgos de también querer llorar.

Y así después de unos pequeños ratos lograron separarlos y yuuri por fin pudo volver a su casa, en el camino el pequeño fue calmando poco a poco su llanto aunque sin cesarlo hasta quedarse dormido, había sido un día un tanto extraño, no sabían si aquella mini boda o el comportamiento de los pequeños representará algo a futuro pero en realidad no quería adelantar muchas cosas.

-llegue a casa!- se escuchó un grito desde la entra principal el cual fue callado con una expresión del nipón

-Viktor, no grites, podría despertar a...- decía yuuri hasta que desde una habitación de la planta alta se escucharon pequeños gritos

-qué pasó?- pregunto Viktor confundido mientras se acercaba a yuuri para besarlo como bienvenida

-no creo que quieras saber- rio yuuri para luego tomar la mano de su esposo- vamos, te cuento en un momento

Yuuri y Viktor subieron, ambos entraron a la habitación de su pequeño el cual simplemente se limitaba a llorar desde su pequeño corral y abrazar a un pequeño peluche de León.

Después de una larga hora al fin habían logrado tranquilizar al pequeño entre fermonas y cantos aunque seguía un poco devastado; la joven pareja de dirigió a su habitación arreglándose para dormir.

-ya me podrías decir porque yuri está así?- pregunto Viktor impaciente colocándose un pantalón de pijama dejando su escultural torso a la vista

-tú pequeño hoy tubo una pequeña boda con jean- dijo yuuri esperando el gran grito al cielo de parte del alfa

El ambiente se volvió tétrico, yuuri no quería salir de detrás de su cortina que utilizaba para cambiar de ropa pero no escuchaba nada, una parte de él creyó que su marido se había muerto de la impresión y otra parte de él creyó que su marido en realidad ya se había ido a matar al mini alfa; suspirando pesadamente se asomó por detrás de aquella cortina encontrándose con un alfa a la orilla de su cama en posición fetal llorando, de cierta forma le calmó y solo se limitó a sonreír por aquella escena, al parecer había ahora dos bebes llorones en la casa.

-Viktor, cálmate, no fue nada importante, fue solo cosa de niños, dime que tu no lo hiciste antes- mencionó acomodando su pijama y entrando a la cama donde puso la cabeza de su esposo en sus piernas

-no, yo siempre espere- hizo un puchero el alfa para luego ver el rostro de su amado y compartirle fermonas- no pequeño bebé, mi omega- sonrió quebradamente y abrazó a yuuri- creo que debemos meterlo a un convento de inmediato- hablo Viktor en medio del abrazo

-Viktor- grito yuuri para luego sonreírle y que ambos se quedaran dormidos en aquel abrazo.

Yuuri agradeció a los dioses que que aquel drama de su esposo no fue peor que el de otras veces mientras tanto Viktor pensó que tendría que utilizar algunas medidas subliminales para que su pequeño se quedara con ellos para siempre.

mama sustitutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora