Cap 21

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El tiempo seguía, los jóvenes tórtolos seguían con su rutina, de la escuela a sus casas y luego de ves en cuando encontrarse en la pista de patinaje.

Aunque pasado el mes y medio desde el incidente del cumpleaños de jean, yurio había empezado a experimentar algunas náuseas matutinas e incluso asco por algunos alimentos aunque yuri se justificaba diciendo que eran nervios ya que pronto vendrían las competencias de Grand Prix y también la entrega de premios a la cual debía de asistir junto a otabek.

-Mama, ya me voy- grito el joven rubio desde la puerta

-yui yui- gritaban los pequeños gemelos al ver a su hermano partir

-tranquilo gordos, vuelvo en unas horas- dijo yuri sonriente liberando fermonas hacia ellos

Yuri cerró la puerta tras de sí y vio a su novio en la entrada esperándolo, le sonrió pero aquella sonrisa fue borrada por las náuseas crecientes, se acerco a un arbusto de su jardín y devolvió el poco desayuno que había comido; cuando terminó jean lo miró algo asustado y le tomó la cara.

-te encuentras bien princesita- pregunto el joven alfa algo asustado a lo que yuri le sonrió y asintió, este lo abrazó y escondió  su rostro en el cuello del menor aspirando su aroma pero no tardó un pequeño cambio peculiar- hueles diferente- comentó el alfa

-huelo mal?- dijo preocupado el joven a lo que el alfa negó

-hueles más dulce, delicioso- sonrió ladinamente

El joven lo miró y también estaba por sonreír pero las náuseas se volvieron a hacer presentes y volteo hacia otro lugar.

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El día del joven omega pasó muy lento a su parecer, solía tocarse el estómago seguido, no sabía que le pasaba pero sabía que tendría que ir al hospital, pidiendo permiso al profesor y explicando su situación pidió ausentarse por ese día.

Unos cuantos minutos después de salir de la escuela su madre lo pasó a recoger, sus hermanos menores en la parte trasera del auto y el en la parte de co piloto, se dirigían hacia el hospital donde trabajaba Viktor.

-Mama, no me inyectarán ni nada de eso, verdad?- pregunto el rubio nervioso a lo cual yuuri sonrió

-tranquilo yui, nosotros estaremos contigo- hablo el pequeño minami a lo cual yuri le sonrió, se sentía un poco más relajado tras ese pequeño comentario

Al llegar al hospital se bajaron, yuri se sentía mareado, tomando fuertemente él capot del auto alarmó a su madre y después callo rendido al suelo, no se sentía bien.

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el pequeño rubio empezó a despertar de su trance, le dolía el cuerpo, el pitido de una maquina a su lado hacia que su cabeza quisiese estallar y el blanco de la habitación lo mareaba, olía a alcohol combinado con algunas otras sustancias, algo digno de un hospital; su vista por fin se logro aclarar después de unos momentos y pudo notar que se encontraba solo, supuso que sus hermano estarían en la guardería del hospital pero logro ver a sus padres afuera de la habitación, hablaban con alguien a quien el suponía era el doctor, noto que su madre estaba partido en lagrimas y que su padre solo se dignaba a abrazarlo, por un momento supuso lo peor hasta que vio que sus padres entraban a la habitación, ese cuarto se ahogo en un silencio incomodo y luego yuuri se dirigió hasta la cama de su hijo y lo abrazo, viktor en cambio, se acerco lentamente y acaricio su pelo, yuri podía ver que los azules ojos de su padre saltaban unas cuantas lagrimas, el sin saber aquella razón empezó a llorar, no sabia que le pasaba pero debía de ser algo muy malo para que sus padres hicieran aquellas cosas y el estuviera internado.

-yuri, tenemos que hablar muy seriamente contigo- dijo yuuri incorporándose y secándose algunas lagrimas

-tu vida apartir de ahora cambiara, te seguiremos apoyando pero tendrás que tomar algunas responsabilidades mas ahora- menciono viktor sentándose del otro lado de la cama

-tengo miedo- susurro el rubio mientras sus papas trataban de esbozar una sonrisa para tranquilizarlo

-yuri, te desmayaste por mas de tres horas y media, en ese transcurso te hicieron unos analicis y todo indicaba hacia una sola cosa- dijo viktor tomando la mano de su amado y de su pequeño

-yuri- hablo yuuri mientras que con su mano libre tocaba el estomago de su pequeño- estas embarazado- termino de decir dejando a el rubio en shock

miles de cosas pasaban por su mente en esos momento, que seria de su carrera, como cuidaría a un niño siendo un niño, no lo podía creer, como habían podido ser tan irresponsables, que le diría a jean acerca de estado, como reaccionaria el mayor; sus padres se miraron y luego volvieron a dirigir la vista el rubio, este salio de su trance y los miro, sus ojos empezaron a soltar grande lagrimas, no lo podía creer, adiós a su carrera como patinador, adiós a todo lo que alguna vez soñó, eso era lo único que su mente le permitía pensar.

-no lo quiero- susurro el pequeño casi in audible

-que paso?- pregunto yuuri al oír a su hijo hablar a lo cual este le miro a los ojos y volvió a romper en llanto

-no lo quiero, no lo quiero, aun estamos a tiempo de hacer algo, no es tarde- hablaba casi desquiciado el rubio dando una alerta de preocupación a sus padres

-yuri, cariño, no digas eso, un bebe es una gran felicidad en la vida de un omega, si esta ahí es porque ya te ama, también tienes que pensar en jean?, que diría el- menciono viktor intentando tranquilizar a su hijo

esas palabras lo dejaron dudoso y tenían razón, que diría su adorado jean, que tal si lo odiaba, que tal si nunca le volvía a hablar, todo su mundo giraba frente a el y luego se detuvo de golpe, porque arruinarle la vida a dos personas?; porque tendría que arruinar la creciente carrera de su amado por esta noticia, tendría a aquel bebe, lo criaría y lo amaría, el bebe no tendría la culpa de nada, solo no arruinaría la vida de su amado por eso.

-no le digan, el no debe enterarse de una sola palabra, el bebe se queda conmigo y sera mi responsabilidad, pero jean no sabrá ni una palabra de esto- dijo firme el joven rubio, su voz en ese momento sonaba autoritaria

los mayores se miraron por unos momentos, intercambiaban palabras en sus miradas y sonrieron levemente, si su pequeño con eso estaría mas tranquilo y dejaría a aquella criatura vivir lo aceptarían.

mama sustitutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora