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ardiendo

mamá solía decirme que me amaba cada cinco segundos, inclusive si no estuviera haciendo algo importante más que siendo un simple niño divertiéndose con su familia. mi madre siempre buscaba la manera de hacerme entender que me amaba, con sonrisas, abrazos, besos y muchas palabras dulces.

papá por otro lado, solía ser un poco más frío, pero no tanto. no es para alarmarse. yo sentía esa calidez cuando me demostraba que me amaba.

¿qué puedo decir? crecí con mis padres siendo precisos conmigo, amándome con una fuerza increíble.

me enseñaron muchas cosas, desde las costumbres de la abuela Miya, hasta cómo decirle que no a los extraños cuando me ofrecieran caramelos en cualquier lugar, pero lo más importante...

me enseñaron cómo amar.

para mi edad, ya lo he escuchado de todo, dichos, mitos, rumores. la más sonada era aquella que decía relativamente que nadie nos enseña a amar. ¿saben algo?

son mentiras.

es solo que la gente no suele ver más allá de sus actos, porque... ¿entonces qué significa cuando a mamá le brillan los ojos cuán noche estrellada cuando ve a papá? ¿qué significan esos abrazos que parecen unir lazos y romper barreras? y yendo un poco más profundo, aquel sazón que mi padre le ponía a la comida cuando solía coger resfriados, cuando llegaba a mi habitación y me decía "toma, lo he hecho con amor. cómelo antes de que se enfríe" entonces tomaba una cucharada inclusive si el vapor me estuviera avisando que hervía a más no poder, era cálido. la sensación era cálida, reconfortante, me sentía con energías ㅡexagerando un poquitoㅡ y es que el hecho de que mi padre dijera que lo había hecho con amor me motivaba a salir de cama en seguida, a pesar de no ser posible.

eso era amor.

y así se enseña a amar.

yo como el pequeño que aún conocía y conocía, observaba los actos de mi familia, los gestos, escuchaba con atención sus palabras, aquellos 'te amo', 'te quiero', 've a la cama, no quiero que luego te sientas exhausto'

fue como aprendí a amar, observando y escuchando a mi familia. después de todo, puedo afirmar que sí nos enseñan a amar. sí podemos aprender a amar.

claro, en cada familia y persona es totalmente diferente, depende del contexto en el que se desarrollen. no es algo imposible e inclusive la persona que más careció de afecto en su infancia puede aprender a hacerlo, claro que puede.

tal vez he heredado aquella corazonada de mi madre, no lo sé, de por sí, los seres humanos somos impulsivos. añadiendo aquellas costumbres y actitudes, soy capaz de decir que ahora soy un chico bastante ¿atrevido?

no.

simplemente impulsivo, aunque mi mente y corazón estén conectados, mi corazón siempre se las arreglará para que termine actuando por impulso.

¿alguien llora? mi corazón duele, me pide que lo detenga. corro a abrazar y brindar apoyo.

¿estoy molesto? posiblemente lo demostraré hasta en mi forma de hablar.

¿alguien ríe? mi corazón late con fuerza y emoción, seguro reiré con aquella persona hasta sentir que colapsaré.

¿me he enamorado? mi corazón grita que lo diga a los cuatro vientos, hazte notar, muéstrale quién eres.

¿me he enamorado...?

me he enamorado.

lo pude afirmar cuando mis piernas temblaron y aún así se atrevieron a caminar con determinación.

no me considero un chico de encantos. solo tengo quince años. ¿qué podría hacer para que me note? ¿hablarle sin más? suena loco y obvio.

sé que mis ojos brillaban, lo sé porque mi corazón no dejaba de latir con una fuerza indescriptible, porque mis manos y piernas temblaban peor que una gelatina.

me he enamorado y lo supe cuando miré a mi amigo buscando una respuesta o algo de aprobación en él.

«al diablo» recuerdo haber pensado.

se estaba marchando, sin siquiera dirigirme una vez la mirada. no lo iba permitir, tenía que saber quién era.

me he enamorado y lo entendí, cuando mi corazón pudo más, cuando caminé con seguridad y subí a aquella patineta que pertenecía a mi amigo.

«mírame, por favor» supliqué en silencio.

mientras intentaba andar en aquel artefacto, recordé la imagen de mi amigo, él lucía genial andando en ella, lograba robar suspiros y corazones con solo pasearse en ella.

qué valor tuve.

me enamoré y lo comprendí cuando caí de aquel objeto, y a pesar de que el dolor de mi pierna aumentó, lo único que pasó por mi mente fue aquel chico.

segundos después, cuando mi mente por fin se apoderó de mi, logré entender lo ocurrido.

me había enamorado y había cometido una verdadera locura.

estaba perdido.

¿ese era el momento en qué debía decir, 'maldita sea por haberle encontrado'?

aún no lo sabía, eso estaría por verse.

     ❁❁❁

¡holaa! no tengo mucho que decir uwu más que darles la bienvenida a otra historia ultra cursi de soonhao, espero disfruten su estancia aquí o_o♡

eso es todo, ¡nos leemos luego!