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treinta

esas cuatro paredes eran lo suficiente grandes para almacenar todos los miedos que ocultaba, cada uno de ellos. su semblante abatido gritaba por ayuda, su cuerpo en sí, lo decía todo. sus ojitos se movían por todos los alrededores del lugar, sus labios, manos y piernas temblaban demasiado; la mano que sostenía de él, en cada momento se aferraba más a mí, como si estuviera diciendo "no me dejes" con desesperación.

YingYue, su madre, no hacía más que vernos con molestia. en especial a él, su mirada desprendía una ira y confusión que aterraba, hasta sentí que mis piernas se congelaron, impidiéndome salir corriendo de ahí, si lo haría, sería junto a él, pero por el momento, nada apuntaba a que Minghao reaccionaría, parecía estar en shock ante el tono y gestos de su progenitora.

"Minghao, ¿podemos hablar?" extendió su mano hacia el mencionado, esperando a que la tomara. una sonrisa demasiado falsa apareció en sus labios, me hizo sentir náuseas. de repente, comenzó a hablar en chino, quedé sin tener la mínima idea de qué le estaba diciendo.

"no..." fue lo único que pronunció él, negó bruscamente su cabeza haciendo que algunos mechones de su cabello obstruyeran su vista.

la mujer se acercó a mí, agitó mis cabellos con suavidad, accidentalmente su tacto rozó la piel de mi frente. di un respingo al sentir su mano tan áspera y fría. tuve vagos recuerdos de mis primeros roces con Minghao, era la misma sensación, solo que esta no me transmitía más que miedo. todo lo contrario a él. "me lo llevaré un rato para hablar de unas cosas pendientes, ¿sí?" pese a que trató de sonar lo más dulce poisble, sus ojos aún reflejaban molestia. no podía confiar en ella, en absoluto.

le vi tomar la muñeca de su hijo para llevárselo, Minghao puso resistencia, se sujetó a mi mano y sus pies al suelo, sin embargo, la fuerza que él poseía, aparentemente, no le hacía justicia al miedo notorio que le tenía a su madre; terminaron saliendo de la habitación, cerró la puerta, dejándome perplejo sin saber cómo actuar ante esta situación.

así como él, no lograba generar ningún movimiento, más que pestañeos exagerados. tenía miedo, quizá no de la misma magnitud que Minghao, pero eso me impedía dirigirme a la puerta. ¿qué se supone que haría si me acercaba? ¿qué le diría? ¿cómo reaccionaría su madre?

no podía dejar que continuara esto así, lo que sucedía en la vida de Minghao, no era sano; entendía perfectamente que no debía intervenir en problemas familiares, no obstante, esto dejaba de serlo, cuando veía que él pedía ayuda, cuando presenciaba el terror que vivía constantemente.

con dificultad, me acerqué a la puerta, mis piernas pesaban demasiado. inhalé y exhalé exageradamente antes de abrirla. no había pensando en qué diría frente a ellos, lo único que sabía, es que después de hacerlo, su madre obviamente me tendría en la lista negra o algo parecido.

asomé mi cuerpo por el pasillo, no escuchaba absolutamente nada, no gritos o voces peleando, eso me preocupó un poco más. sin dudarlo ni un segundo, apresuré mis pasos hasta encontrar una señal de lo que sucedía.

en la cocina se podían escuchar murmullos en chino, no entendía nada de lo que decía YingYue, solo podía asegurar que se encontraba enfadada; mi curiosidad ganó, me atreví a observar la escena de manera discreta, fue así como pude apreciar a Minghao cabizbajo sentado en un banco, mientras ella no paraba de hablar, su entonación sonaba como regaños.

quería siquiera entender algo de lo que decía, lamentablemente, jamás me había interesado en aprender el idioma, si comprendía una que otra palabra, era por Junhui.

su madre hacia ademanes, denotaba su molestia, Minghao solo se hacía más pequeño en su lugar, asentía de vez en cuando, en otras solo negaba. parecía que esto era normal en su rutina, eso me provocaba gran incomodez, no podría soportarlo más.