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cuarenta y cinco

"Xú Minghao"

un poco más. por favor.

"joven, Xú. ¿se encuentra bien?"

sí. creo que sí.

"deje de bromear. preste atención a la clase"

no es interesante.

su palma chocó contra mi mesa ocasionando que me enderezara. mi entrecejo se frunció al ver frente a mí al profesor, estaba molesto. no tanto como yo, pero lo estaba.

"disculpe, sr. Zhao. estoy cansa..."

"joven, Xú. no me interesa saber qué pasa con usted. le pido que preste atención a la clase o su horario aumentará para mañana"

"no puedo, Sr. Zhao. mi abue..."

"como les mencionaba, debemos continuar con la práctica" prosiguió explicando el tema del que hablaba antes de acercarse a mí. ignoró por completo mi argumento.

algunos compañeros rieron de lo ocurrido, mientras intenté seguir el hilo de la clase, no era difícil de comprender, pero me era fastidioso; el profesor habló hasta que llegó la hora tan esperada por todo el grupo. la mayoría de los alumnos salieron corriendo, era de esperarse, ¿quién soportaría una clase explicada con diapositivas llenas de muchas palabras y sin ninguna pizca de color o creatividad?

me despedí del profesor, quien no tardó en volver a llamarme la atención. apenado por lo sucedido, pedí disculpas, las cuales aceptó y me dejó ser "libre" por el resto del día, según sus palabras.

"Xú Minghao cree que por ser de la realeza puede hacer todo lo que le plazca"

un compañero comentó mientras me encaminaba a la salida de la institución. sabía que no le agradaba en lo absoluto, por eso prefería no tomarle mucha importancia. desde mi primer día incitó a unos cuantos más para que me dijeran cualquier tontería, pero trataba de no prestar atención a ello. claro, me molestaba, no obstante, no quería darles el gusto.

"¿crees que por ser el heredero de grandes corporaciones puedes justificarte en clases? vaya idiota criaron"

tranquilízate. no pasa nada.

salí de la institución pretendiendo no escuchar cómo me alentaba a responderle. por fortuna, fuera del lugar, ya se encontraba la persona que se encargaba de llevarme al hospital. corrí hacia el auto dispuesto a no regresar la mirada a mis compañeros, entonces, uno de ellos soltó algo que no pude pasar desapercibido.

"lo criaron para que sea igual de altanero, así es como funciona, Xiang"

abrí la puerta del auto, quería entrar, pero aquellas palabras habían dejado un mal sabor de boca en mí. giré sobre mis talones encarando finalmente a mis compañeros, estábamos a metros de distancia, podía notar gestos de orgullo en sus rostros y eso provocaba que mi estómago se retorciera.

"les pido que se abstengan de relacionarme con la sra. y sr. Xú, por favor. no soy como ellos" traté de sonar firme, aunque mi voz tembló un poco al final. creo que era suficiente.

me adentré en el auto soltando un pesado suspiro. este curso sería agotador. culpaba a mis padres por tener que anexarme a una institución donde todos eran hijos de empresarios, abogados, accionistas, gente importante y esas cosas que, para mí, solo eran un dolor de cabeza.

"buena tarde, sr. Wang" saludé al conductor. era el asistente personal de mi abuela, aunque también un gran amigo para ella. por lo poco que sabía, él le había acompañado desde hace ya varios años en su trabajo y actividades de diario.