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dieciocho

la ironía.

cuando no quería vería verle, era como si automáticamente nuestros cuerpos se atrayeran, cuan imanes. cruzábamos miradas, chocábamos, nos mirábamos como completos extraños, un desastre total. ahora que le quería encontrar, en ningún momento apareció frente a mí, pasé por su respectivo salón toda la semana ㅡ intentando no mostrarme tan obvioㅡ y jamás le vi. estuve paseando por las canchas en las que practicaba y nunca le identifiqué entre sus amigos. un caos.

hoy, después de una semana, volvía a intentarlo. me paseaba por el pasillo en donde se encontraba su salón, tenía la esperanza de verle y así por fin, hablar de una vez por todas.

desgraciadamente, estuve deambulando tanto que terminé llamando la atención de los alumnos, claro, yo no me había dado cuenta hasta que sentí como alguien me sostenía por los hombros y los presionaba con fuerza.

"¿a quién buscas?" su tono hizo que mi cuerpo temblara ligeramente. al parecer le estaba cambiando la voz, excelente, todos crecían gracias a la pubertad y yo seguía luciendo como un 'bebé' ㅡsegún mi madre y amigosㅡ.

me giré encontrándome así con el chico de casi dos metros ㅡbueno, en realidad debía medir alrededor de 1.75 m, relativamente era más alto que yo y... que todosㅡ. reí por los nervios sintiendo mis mejillas arder, me había descubierto. "ah... yo... solo..."

"buscas a Minghao, ¿no?" encogió los hombros. "déjame decirte que no ha venido, por algo no lo has visto desde la semana pasada" guiñó el ojo mientras sonreía burlón. "te atrapé, coqueto" me dio un empujón.

eso fue suficiente para que mi rostro terminara de hundirse en total calor. "¿dis... disculpa? ¿coque..."

"hey, puede que parezca torpe, pero no lo soy" otro empujón. "no nos hagamos tontos, ambos sabemos que te gusta mi mejor amigo" arrugó la nariz negando con la cabeza. "no me mires así, yo no soy como los idiotas de mi salón. tranquilo, no he tenido intenciones de contarlo"

"¿dónde está?" decidí cambiar la conversación, me incomodaba hablar de eso, en especial con Mingyu, su mejor amigo.

"¿quién?" ladeó su cabeza. "¿Minghao?"

"¿quién más?" pregunté con un tono irritado rodando los ojos.

"hey, tranquilo" soltó unas cuantas carcajadas. "te alejas como dos meses y de repente es como si hubieras cambiado de personalidad, ahora eres como un tigre cachorro, qué tie..."

"¿entonces?" le interrumpí frunciendo el ceño. definitivamente, le gustaba molestar a las personas.

"ah..." pasó una de sus manos por sus cabellos entre suspiros. "en China"

"en... ¿qué?" sentí un ligero mareo. mi corazón comenzó a latir con fuerza mientras mi mente iniciaba a crear miles de teorías de la razón por la que Minghao se encontraba en China.

"sí, ya sabes, China, un país sobrepoblado, su capital es Pek..."

"¡sé qué es China, genio!" agité mis brazos desesperado.

Mingyu me miró extrañado por unos segundos, sin embargo, luego empezó a carcajearse otra vez más. "tu carácter está cambiando mucho, no sé si preocuparme o..."

"es absurdo, me voy" respondí con molestia. "hasta luego, Min..."

"va a volver" pasó su brazo derecho por mis hombros. "tampoco le afectará en clases, es un niño responsable, si es lo que te preocupa" suspiró. "puedes estar tranquilo"