IV. Noche de copas, noche loca (Parte II)

482 53 11
                                    

*¡Hola! Me encanta leer sus comentarios. El lunes regreso a la universidad así que decidí publicarles otro hoy. Prometo actualizar lo mas pronto que pueda. Espero que les vaya gustando el rumbo de la historia. Estoy tratando de compensar tanto dolor de la primera parte con un poco de la vida de ellos como pareja enamorada. Sólo recuerden que nada es lo que parece y que siempre hay sorpresas así que pongan atención a los pequeños detalles.*

DISFRUTEN SU LECTURA...

*Varias horas después*

*Salónica, Grecia*

Victoria fue la primera en despertarse. Ambos estaban en una posición bastante incómoda y totalmente desnudos. Se quitó con mucho cuidado para no despertarlo. Caminó a la cama y tomó una sábana para cubrirlo. Respiró profundo.

Su mente ya estaba más despejada y no podía creer todo lo que había pasado. Aún no estaba segura de qué había ocurrido durante su punto más alto de borrachera pero le quedaba claro que nada grave o Dionisio no estaría tan... flexible con ella.

Caminó al baño y se limpió la cara. Se peinó en una cola de caballo y se vistió con un pants sencillo. Tomó su celular y un poco de efectivo para salir de la habitación. Bajó por el elevador y se dirigió a la playa, necesitaba aire fresco.

Una vez ahí decidió hacer una llamada...

–Eres una estúpida, ¿sabías?

Escuchó una carcajada. –No podía evitar esperar tu reacción. Hubiera dado todo por ver qué hacías –reconoció Leonela.

–¿Habías hablado con él?

–Toda la noche desde que llegó a Salónica –divertida.

–Estúpida y mil veces estúpida, ¡pudiste advertirme!, ¿no crees?

–No... eso hubiera arruinado mi plan de hacerte pagar una de tantas.

–Te vas a arrepentir de esto, Leonela –también divertida–, pero en este momento quiero saber qué sabes, por favor –le suplicó.

–¿Sobre qué?

–Sobre lo que vio Dionisio... te juro que no recuerdo nada.

–Está bien, te contaré sólo lo que me él me dijo, no sé si sea cierto pero dudo que me haya mentido...

Victoria escuchó atenta y mientras Leonela le narraba la historia sin detalles, su mente había comenzado a recordar todo.

>>Flashback<<

Dionisio había regresado más temprano de su reunión y encontró a todos a punto de cenar.

–¡Papá! –Lo saludó Iván–, ¿qué haces aquí tan temprano?

–Se canceló la reunión y decidí cancelar los pequeños pendientes para llegar temprano con ustedes –les sonrió.

–Oye, ¿tú has logrado hablar con mi mamá? –Lo cuestionó María–, porque a nosotros no nos contesta. Mi abuela e Iván le han marcado pero los manda a buzón en automático.

–No... no he intentado marcarle pero ahorita la llamo. Iré a dejar mis cosas en la recámara y me comunico con ella. Ahorita regreso.

Dionisio se marchó a la recámara e intentó comunicarse con Victoria sin éxito. A él también le mandaba a buzón la llamada. Salió de regreso a la sala.

–No... no me contesta tampoco pero le seguiré llamando hasta que lo haga –sonriendo.

–Vamos a cenar entonces –sugirió Zara.

El Diamante Negro || El Sabor del Pecado IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora